El fin de semana pasado se llenó de encanto. Cuántas familias disfrutaron la noticia al saber que Encanto recibió el reconocimiento a la mejor película animada en los Premios Oscar.

Hoy, utilizo esta columna para hablar de aquellas enseñanzas que ha dejado en mi corazón este refrescante filme.

Encanto es una película que en su mensaje central pone en tela de juicio el perfeccionismo. Sus protagonistas son todas mujeres, y la reflexión poco a poco pone en duda las obligaciones por ser las más bellas, más fuertes, las más perfectas.

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Mirabel, su protagonista, aquella chica de gafas y cabello rizado, quien para sus familiares no tiene un don visible e importante como los demás Madrigal. Pero, de ella brota la empatía, la dulzura y el cariño hacia todos los que les rodean, características que evidencian que verdaderamente, no tiene un don, tiene varios.

Su manera armoniosa de relacionarse la hace excepcional, sin embargo, le cuesta mantener una relación afectuosa con su hermana, la bella Isabela.

Mirabel se da cuenta que al Igual que Isabela, los demás miembros de su familia están atrapados en la trampa del perfeccionismo, creyendo que tienen que usar sus dones de la forma en que los demás desean que lo hagan olvidando ser auténticos.

Un hecho que destacó la trama y se convirtió en un importante metamensaje, fue el abrazo que Mirabel vio en la visión de Bruno, donde ella y su rival hermana Isabela, se encontraban en frente de la vela y se abrazaban.Mirabel trabajó en hacer realidad ese encuentro que la llevaba a buscar la paz con su hermana, no porque ella quería, sino que de esta manera podía terminar con el deterioro de la casa.

Pero cosas hermosas pasaron en el camino, Isabela vio que era capaz de crear cactus 🌵, ahí quedó en evidencia que no todo en ella era color rosa, tanto así, que las flores que luego nacieron ensuciaron su vestido, haciéndola imperfecta, momento que la hizo sentir libre.

Luego llegó la parte esperada y emotiva, el abrazo entre ambas hermanas, lo que hizo que algunas grietas de la casa desaparecieran y que la vela brillara mucho más. Ahí se cumplió lo que Dios desea para todo ser humano, que antes de ir a su presencia con alguna ofrenda o petición nos reconciliemos con nuestros semejantes.

Lo dice su Palabra: deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Mateo 5:24

Cuando el perdón y la restauración visitan la vida de un ser humano, cosas maravillosas suceden, incluyendo MILAGROS. Y así como pasó con la casa de los Madrigal, eso mismo quiere Dios, que eliminemos las grietas del corazón para que su luz brille en nosotros, que abracemos el perdón dándole la oportunidad a aquellos que nos ofenden, de la misma manera en Él lo hizo con nosotros.

¡Cuánto que aprender de esta colorida película!

2da parte

¿Y con qué nos quedamos de Bruno?

¡No se habla de Bruno! No, no, no…

Pero aquí le daremos una mención especial, pues es un tío duramente juzgado por la matriarca de la familia, la abuela Madrigal. También, se ha convertido en una figura importante por representar las enormes barreras que pueden crearse entre familia.

Pude identificar a Bruno con aquellas personas llamadas “ovejas negras”, que por el rechazo recibido se mantienen en el oscuro anonimato. Una de las características de Bruno es ser honesto, pues él predice cosas sin saber que esto afecta a los demás. Debido a su sinceridad sus familiares odiaban sus predicciones, razón que lo llevó ocultarse por largos años en muros de la casa.

Muros, sí, ahí vivía, literalmente, representando la palabra en su amplio sentido. Limitado, separado, apartado, contando únicamente con la amistad de las ratas, quienes le hacían compañía en su día a día.

¡Wow! y pensar que, igual que Bruno existen personas que el rechazo y la amargura los llevó a deambulan sin rumbo, solo porque un día decidieron establecer una frontera, entre ellos y sus familiares.

Pero el amor de Bruno por su familia fue tan fuerte, que no pudo abandonarlos, es decir, nunca se fue de la casa, mas biense escondió, esperando que su última predicción no se realizara. Pero al final, lo que él y los demástemían se cumplió, la vela se apagó.

Bueno, lo dijo Mirabel: como en toda familia, en los Madrigal hay de todo.

Y tú, ¿con qué miembro de la familia Madrigal te identificas?