Un día como hoy, 7 de noviembre de 1808, hace 214 años, se libra la Batalla de Palo Hincado, que puso fin al control francés en la isla de la Española, hoy Santo Domingo, y marcó el inicio del período conocido como «España boba».
La Batalla de Palo Hincado fue la primera gran batalla de la reconquista española de la colonia de Santo Domingo y se luchó en la sabana de Palo Hincado, ubicada en las cercanías de El Seibo.
Las tropas comandadas por el general Juan Sánchez Ramírez aniquilaron a las fuerzas militares del General francés Euge Ferrand.
Sánchez Ramírez comandaba un ejército de dos mil hombres, incluidos 300 que fueron enviados a Santo Domingo, por la Gobernación Española de Puerto Rico. Desembarcaron en los primeros días por Boca de Yuma, en Higüey.
De inmediato se unieron a las tropas que Sánchez Ramírez había reunido en El Seibo, para marchar a la ciudad de Santo Domingo para enfrentar a los franceses.
Asimismo, se habían producido enfrentamientos de los franceses en la región sur, pero la batalla que permitió la reconquista del territorio español de la parte oriental de la Isla de Santo Domingo, fue la batalla de Palo Hincado, el 7 de noviembre de 1808.
Se le da el nombre de Palo Hincado, porque los combates se desarrollaron en la Sabana de Palo Hincado.
Casi todos los hombres del ejército de Ferrand fueron muertos por las tropas del general Juan Sánchez Ramírez.
El general Ferrand luego de la derrota se suicidó de un disparo, en un hecho ocurrido en un arroyo cercano a Palo Hincado.
Al perder la batalla, Ferrand se ocultó y se conoció de su muerte cuando fue localizado el cadáver.
Actividades por ese día
La Presidencia de la República Dominicana, a través de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, el Ministerio de Defensa, Ministerio de Educación, la Gobernación Provincial de El Seibo y el Ayuntamiento de El Seibo, conmemoraron el 214 aniversario de la Batalla de Palo Hincado, donde un ejército comandado por el cotuisano Juan Sánchez Ramírez derrotó a las tropas francesas del general Ferrand, un siete de noviembre del año 1808.
El acto inició a las 8:00 de la mañana con el enhestamiento de la Bandera Nacional e interpretación del Himno Nacional, a cargo de la Banda de Música y una compañía del Ejército de República Dominicana, en la Gobernación Civil, e inmediatamente se inició una caminata patriótica integrada por autoridades civiles, estudiantes, profesores y munícipes en sentido general.
Luego, a las 8:30 a.m., el párroco Ricardo Then, ofició el Tedeum en la Iglesia Santísima Cruz. Los actos continuaron con la lectura de la orden del día, por el Ministerio de Defensa y los honores militares de estilo al héroe de la Batalla de Palo Hincado, Brigadier Juan Sánchez Ramírez.
Las autoridades civiles y militares realizaron el depósito de ofrendas florales, al compás con el toque de ofrenda.
El alcalde Municipal de El Seibo Leo Francis Zorrilla, ofreció las palabras de bienvenida y una reseña histórica de la gesta, e Irene Martínez de la Cruz, Gobernadora Civil Provincial, dijo que la Batalla de Palo Hincado, fue la gran batalla de la Guerra de la Reconquista de la colonia de Santo Domingo (hoy República Dominicana). También hicieron uso de la palabra, Betania Severino, directora del Distrito Educativo 12-03 y Santiago Zorrilla, senador de la provincia El Seibo. El acto también contó con la presencia del contralmirante Anthony Jiminián Objío, Director del Comando Conjunto Este de las Fuerzas Armadas.
Por su parte, Juan Pablo Uribe, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, explicó que antes, mucho antes en el fondo de una historia isleña; antes, mucho antes en la calenda centurial criolla, se fue fraguando una autoctonía con sabor y color de patria.
Se fue enraizando y erigiendo la estatura de un sentimiento y una percepción colectiva con matices, pero igualada. Se fue moldeando la fisiología moral de un pueblo. Del pueblo dominicano.
Continuó diciendo que la batalla de Palo Hincado, 7 de noviembre 1808, se inscribe en el devenir épico y existencial de la dominicanidad, que emergió cual anuncio portentoso del sentimiento de los criollos de la época que derrotaron al poderoso ejército imperial francés.
Agregó: “Nuestra aguerrida historia está escrita con hechos, firmada con sangre y bendecida con la nacionalidad”.