Los efectos de la pandemia COVID-19 han matado a millones de ciudadanos de todos los países del mundo, además, han cambiado drásticamente la manera de vivir, de trabajar, la cotidianidad al interior de los hogares, las costumbres y hasta las maneras de relacionarse. En pocas palabras, el coronavirus lo ha cambiado todo. Hoy, lograr la felicidad es más difícil de concretar que antes, ya que el coronavirus mantiene en riesgo la vida humana.

Psicólogos y psiquiatras han analizado los efectos generados por la COVID-19 en los estados de ánimo de las personas, los cuales van desde ansiedad, trastorno del sueño, depresión, consumo de sustancias, estrés y en ocasiones hasta el suicidio. En definitiva, la pandemia ha expandido el duelo individual y colectivo por todas partes. Pese al dolor emocional generado por el coronavirus, los facultativos de la conducta humana recomiendan crear espacios y mecanismos sanos que ayuden a mitigar las consecuencias provenientes del duelo.

Dicho de otro modo, hay que ampararse en medios que permitan que las emociones salgan. Por ejemplo, leer o escuchar buenos poemas, ya que la poesía es un género literario considerado como una manifestación de la belleza, de las emociones o del sentimiento, por medio de la palabra en verso o en prosa. Con el propósito de incentivar la alegría, el amor y la solidaridad humana, se puso a circular el libro Batiendo mis alas.

El referido libro es un conjunto de 29 poemas, escritos por la comunicadora y militante social, Dellanira Herasme Florián. Es un poemario de 63 páginas, en las que la autora emplea un lenguaje directo y coloquial para expresar sus sentimientos, creencias, puntos de vista y expectativas acerca de temas, vivencias, frustraciones, anhelos, sueños, logros, experiencias vividas y emociones, que han dejado huellas positivas y negativas en las diferentes etapas y dimensiones de su vida.

Dellanira Herasme, pone más énfasis a la descripción y comunicación de las características que rodean los temas y circunstancias que sirven de inspiración para escribir los poemas que dan forma y contenido a Batiendo mis alas, que a la construcción y composición de los versos. Dicho de otro modo, el tecnicismo de la métrica que rige la composición poética, no le impide expresar con metáforas simples y sencillas sus más íntimos sentimientos en torno a diversos asuntos sociales y humanos.

La autora de Batiendo mis alas está consciente de que la poesía es un género literario que se caracteriza por ser la más depurada manifestación, por medio de la palabra, de los sentimientos, emociones y reflexiones que puede expresar el ser humano en torno a la belleza, el amor, la vida o la muerte. Es por lo que suele emplearla como medio para expresar públicamente lo que le agrada, lo que ama, lo que detecta, en lo que cree, lo que le provoca emociones positivas, lo que le incentiva a comprometerse con iniciativas sociales, así como denunciar y repudiar las acciones y prácticas ilícitas.

El amor, el desamor, la fuerza de los valores, la defensa de la patria, la solidaridad humana, el reconocimiento a la madre naturaleza, el heroísmo de las hermanas Mirabal, la espiritualidad, la complicidad, la protección de la niñez, el respeto a los recursos naturales no renovables, el cuidado a personas de edad media y ancianos, la maternidad, el mito de la emigración, la amistad, el apego paterno, las penurias de Haití, son algunos de los temas que conforman el contexto que sirve de marco de referencia a Dellanira Herasme Florián para poetizar las vivencias, creencias y episodios en los que se anclan los 29 poemas de Batiendo mis alas.

La forma y contenido de la poética empleada por Dellanira Herasme para describir con metáforas simples, situaciones, experiencias y episodios provenientes del quehacer cotidiano, ponen en alto relieve su alta sensibilidad humana y social, atributos que solo tienen las personas que han logrado desarrollar inteligencia espiritual y social.

Batiendo mis alas” es solo el pretexto de Dellanira Herasme para denunciar de manera poética las dimensiones de la injusticia y expresar con libertad sus miradas y sus puntos de vista acerca de las incertidumbres y certidumbres que sancionan y compensan acciones de la vida humana.

La autora de Batiendo mis alas emplea la metáfora para referirse a situaciones, a hechos y actuaciones de personas, sin necesidad de llamarlos por sus nombres específicos. Además, para ella, la metáfora es un recurso para enriquecer la descripción y expresión de los versos que mueven las alas de los 29 poemas de su obra poética.

Los contenidos, el lenguaje y los entornos de los temas, los que primero son versos y luego poemas, describen a la autora de Batiendo mis alas como un ser humano amante de lo cotidiano, pero con alma, corazón y pensamiento de poeta. Batiendo mis alas, no es más que un medio para incentivar la buena convivencia, la justicia y las diversas dimensiones de la solidaridad humana.

Dellanira Herasme, utiliza como excusa la poesía para observar, describir y denunciar con pasión y responsabilidad hechos, situaciones, experiencias buenas y malas, frustraciones e historias, que han acontecido y marcado aspecto de su vida familiar, social, profesional, sentimental y emocional. En fin, para conocer el interior de Dellanira Herasme Florián, basta con leer los 29 poemas que dan forma y contenido a Batiendo mis alas.

Para conocer la fuerza emocional y la profundidad espiritual de la poesía, en momento en que el alma se aflige debido a los efectos negativos derivados de una pandemia mundial, se sugiere leer cada uno de los poemas de Batiendo mis alas, el cual está disponible en Amazon.