Battista Antonelli: El ingeniero italiano que diseñó las murallas de Santo Domingo

Battista Antonelli: El ingeniero italiano que diseñó las murallas de Santo Domingo

Battista Antonelli nació en Gatteo (provincia de Forlì-Cesena, Emilia Romagna) Italia, en 1547 en una prestigiosa familia de ingenieros militares al servicio de la monarquía de los Habsburgo y de España. En 1570 entró al servicio de Felipe II de España como ingeniero, trabajando con su hermano mayor Giovanni Battista (Juan Bautista) en proyectos en Oran (Argelia) y en España. En 1581, el rey de España encargó a Battista Antonelli la construcción de una fortaleza a lo largo del Estrecho de Magallanes, para proteger este paso vital para el tráfico marítimo de los corsarios ingleses. El proyecto, bajo el mando de Pedro Sarmiento de Gamboa y Diego Flores Valdez, fue un completo fracaso, resultando en un asentamiento de corta duración, más tarde llamado Puerto Hambre. Antonelli regresó a España enfermo y decepcionado. Sin embargo, lo convencieron de aceptar un segundo encargo y en 1586 construyó las fortificaciones de la ciudad de Cartagena de Indias en Colombia. Utilizando la tecnología militar más moderna del momento, diseñó las defensas de la ciudad, el Castillo de San Felipe de Barajas, el Fuerte de San Sebastián de Pastelillo y el Fuerte de San Fernando. Battista Antonelli, en la Vieja Panamá, cerca de la costa del Pacífico, desarrolló un Plan General para fortificar la ciudad, que nunca se realizó. Posteriormente se embarcó hacia Cuba y en La Habana diseñó las fortificaciones que culminan en la Fortaleza del Castillo del Morro. Después de varios viajes en el Caribe, Battista Antonelli se instaló en España, trabajando en rocas y fortalezas como en Gibraltar y otros lugares. Murió en Madrid en 1616.

A la familia Antonelli debemos muchas de las fortalezas portuarias y murallas de defensa construidas por los españoles en el Nuevo Mundo. Muchas de estas estructuras diseñadas por los Antonelli son hoy día “Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. Estas fortificaciones fueron construidas por los españoles entre los siglos XVI y XVII para defender sus puertos de los piratas en el Nuevo Mundo. Esparcidas por las costas del Caribe, estas fortalezas aparecen hoy perfectamente arraigadas en el paisaje urbano de ciudades como La Habana, San Juan Puerto Rico o Cartagena de Indias.

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Auténticos genios post-Leonardo, los Antonelli pusieron al servicio de los reyes de España un arte militar donde los italianos eran verdaderos maestros en Europa (sistemas defensivos, torres de vigilancia, fortificaciones en general, para defender las ciudades de ataques navales o militares terrestres).

La historia de los “Antonelli” y sus obras están custodiadas en los Archivos de la Ciudad de Gatteo y sobre todo en el Archivo General de Indias de Sevilla.

Giovanni Battista Antonelli era el mayor de los hermanos. Nació en Gatteo en 1527 y fue ingeniero al servicio de los Condes Guidi hasta su traslado a Madrid en 1559, contratado por los reales de España para trabajar en la construcción de las fortificaciones del Levante español. Eran los tiempos de las incursiones de los turcos que aterrorizaban las poblaciones del Mediterráneo. Giovanni Antonelli fue el responsable de las fortificaciones de la costa española desde Alicante a Cádiz y de la costa norteafricana desde Mers-el-Kebir a Oran en Argelia. Fue el autor de una de las obras maestras de la ingeniería hidráulica, la conexión fluvial entre Lisboa y Madrid. A Giovanni Battista se le atribuye la navegabilidad de los principales ríos españoles, desde el Ebro hasta el Guadalquivir.

La presencia de Giovanni Battista en América no ha sido confirmada, pero su hermano menor, Battista (20 años más joven), estuvo cuatro veces entre 1581 y 1606. Battista fue llamado a Madrid con solo 22 años por su hermano Giovanni, que necesitaba su colaboración para responder a la gran cantidad de proyectos encargados por el rey. Cuando Giovanni (el mayor) abandonó la construcción militar para ocuparse de la recuperación de los ríos, Battista Antonelli se convirtió en el ingeniero militar más importante de toda España.

Battista Antonelli, el menor de los cinco hermanos, fue el más destacado de la familia, dotado de mayor talento y con más confianza en lo técnico y capaz de proyectar las obras más importantes. Fue enviado por Felipe II a fortificar el Caribe. Para la corona de España, la defensa de las ciudades coloniales de los ataques navales frecuentes de piratas franceses, holandeses e ingleses se convirtió en una necesidad absoluta. Las intervenciones de los Antonelli modificaron la fisonomía del paisaje urbano de muchas ciudades del Caribe. Ejemplos significativos, el Castillo de Morro y el de San Salvador de la Punta de La Habana, el Castillo de San Pedro de la Roca en Santiago de Cuba, los puertos y fortalezas de San Felipe y Santa Cruz en Cartagena de Indias en Colombia, la Fortaleza de San Juan en Puerto Rico, la Ciudad Vieja y la Fortaleza de Portobello en Panamá, etc. A Battista Antonelli se le atribuye el acueducto más antiguo de Cuba, los Fuertes de San Agustín y Santa Helena en Florida, el Puerto de Ulua en Veracruz, México, el Proyecto del Fuerte de Santiago de Arroyo en Araya, Venezuela, el Proyecto de las Murallas de la Ciudad Colonial de Santo Domingo.

En 1586 la Ciudad de Santo Domingo es invadida por el pirata inglés Francis Drake, quien destruye en un mes de ocupación unas 300 casas y numerosos e importantes estructuras religiosas (monasterio e iglesia de San Francisco, Iglesia Las Mercedes, Iglesia Santa Bárbara, Santa Clara, Regina Angelorum, el Hospital de San Andrés, Ermita de San Antón, etc.).

Viene convocado el ingeniero Battista Antonelli para diseñar y construir una muralla para proteger la ciudad. Antonelli llega a Santo Domingo en 1589. El interesante proyecto de Antonelli se basa en las técnicas constructivas más avanzadas de la época, incorporando elementos de la arquitectura militar abaluartada, que dieron excelentes resultados en experiencias anteriores. El proyecto diseña la trayectoria de las fortificaciones de defensa del lado Norte del Centro Histórico de Santo Domingo, en la planimetría incluye las plantas de los edificios más importantes (conventos, iglesias, etc.). Antonelli propone para la fortificación de la Ciudad de Santo Domingo el moderno concepto en la evolución arquitectónica de las obras defensivas, la adaptación y aprovechamiento del territorio para la incorporación de las fortificaciones abaluartadas (el baluarte o bastión es una estructura fortificada que se proyecta hacia el exterior, como punto de defensa contra el asalto de tropas enemigas).

Aunque el proyecto de Battista Antonelli no se ejecutó por razones económicas, su propuesta trazó las bases de la construcción de las murallas en los siglos sucesivos. En 1597 se trató de retomar el proyecto de Antonelli, pues las murallas que se estaban construyendo no garantizaban la total defensa de la ciudad.

En 1673 llega a Santo Domingo el ingeniero militar italiano Giovanni Battista Ruggero con la tarea de definir el proyecto de las murallas de la ciudad. En 1574, Ruggero remite a Su Majestad una planimetría del trazado de las murallas, junto a detalles de algunas estructuras militares proyectadas y la sección del Muro. Se inicia una nueva etapa de la construcción de las obras defensivas de la Ciudad de Santo Domingo. Es importante hacer notar que su trazado responde perfectamente a los principios que había dejado muy bien establecidos Battista Antonelli en su plano para las murallas: adaptación del terreno, incorporación de baluartes, planificación de obras exteriores de avanzada, etc. Un sistema de defensa eficiente y moderno para la época que organiza la defensa de la ciudad como un sistema escalonado e interrelacionado entre sí.

Hoy, podemos apreciar parcialmente (sobre todo desde el interno), en la Zona Norte del Centro Histórico de Santo Domingo, el trazado originalmente concebido en el proyecto no realizado de Battista Antonelli. Interesante el sistema de Bastiones que va desde San Lázaro, en correspondencia de la iglesia- hospital, el Bastión de San Miguel, el Bastión de San Antón y el correspondiente a Santa Bárbara, es notable el ingenio y la belleza de estas estructuras militares, parcialmente destruidas, desaparecidas dentro de otras construcciones que las alojan en su interior, etc. Invisibles desde el exterior a casi todo lo largo de la avenida Mella (aparecen externamente desde el bastión o baluarte de San Antón y en toda la zona amurallada de la iglesia de Santa Bárbara).

Battista Antonelli regresa definitivamente a España en 1606, donde continuó su actividad profesional con proyectos como el Muelle del Puerto de Gibraltar y fortificaciones de la costa marroquí al sur de Tánger.

Una cosa curiosa de este grandísimo personaje es que luego de propagar su sabiduría, su ingenio y la estética del arte militar en los escenarios caribeños y mediterráneos, Battista Antonelli recordó su ciudad natal, Gatteo, que en ese momento estaba viviendo un periodo de gran miseria y pobreza. Antes de morir en su casa de Madrid el 16 de febrero de 1616, Antonelli dictó un testamento según el cual Battista donaba 625 escudos a la comunidad de Gatteo con el fin de establecer el “Monte Frumentario”, un banco de cereales con el que satisfacer las necesidades alimentarias de pobres, viudas y huérfanos de su ciudad natal. Esta actividad de beneficencia estuvo vigente hasta mediados del siglo XIX.