El BC hizo uso de sus elevadas reservas internacionales para inyectar más liquidez al mercado y así enfriarlo.
Como la experiencia ha sido buena con esta novedosa estrategia del Banco Central, es de esperarse que se repita cuando las condiciones del mercado lo demanden
No hay dudas de que en lo que respecta al comportamiento del mercado cambiario, la actual gestión del Banco Central sabe tomar al toro por los cuernos. En los últimos días del pasado año se produjo una calentura, provocada por un aumento de la demanda de dólares, y la respuesta no se hizo esperar: El BC hizo uso de sus elevadas reservas internacionales, que superan los 15,000 millones de dólares, para inyectar más liquidez al mercado y así enfriarlo.
El resultado ha sido la estabilización relativa de la tasa de cambio ponderada en un poco más de 58,40 dólares, tras el BC aplicar el antifebril, en una intervención coordinada con los bancos comerciales, para satisfacción de los agentes económicos.
El provecho obtenido con el tratamiento aplicado por la autoridad monetaria ha sido evidente, aunque no se podría decir lo mismo del detrimento evitado, que hubiera sido un tipo de cambio más alto, resultante de un aumento de la temperatura del mercado.
La inyección de divisas anunciada (el tope era de 200 millones de dólares), fue armada de manera estratégica, para conseguir un mejor resultado. En realidad, se trató de la aplicación de una estrategia integral, con la participación de los presidentes y tesoreros de los bancos múltiples.
Para su implementación el Banco Central utilizó su plataforma electrónica de negociación de divisas del BCRD en el período correspondiente a finales de diciembre 2023 y principios de enero 2024, “con el fin de propiciar condiciones adecuadas de liquidez en moneda extranjera”.
El propio Banco Central se encargó de explicar con qué se come eso de estrategia integral: es el compromiso de que tanto los bancos con sus recursos propios como el Banco Central darán apoyo en partes iguales para atender la demanda de divisas en condiciones de mercado.
Eso es en adición a una amplia estrategia de intervenciones del mercado cambiario por parte del Banco Central para poner a disposición de los agentes económicos diversos instrumentos, “tanto en el mercado de contado (spot) como a futuro (forwards), facilitando así que los agentes económicos puedan organizar sus compras de divisas presentes y futuras, y a la vez, ofreciendo mecanismos que permiten cubrir sus expectativas de riesgo cambiario”.
Como la experiencia ha sido buena con esta novedosa estrategia, es de esperarse que se repita cuando las condiciones del mercado lo demanden.