Horas después de concluido el encuentro trilateral que sostuvo en Punta Cana con su homólogo de Haití, Michel Martelly, y el Presidente del Consejo de Europa, Herman Van Rampuy, el Presidente Danilo Medina promulgó el reglamento para la aplicación de la ley 169-14, que viabiliza el registro y regularización migratoria de los hijos de padres extranjeros en situación irregular nacidos en territorio dominicano, pero sin registro civil.
Dos aspectos sobresalen en el decreto 250-14, contentivo de la instrucción: primero, su carácter consensuado y, segundo, el procedimiento de solicitud concebido para los interesados en acogerse a la ley 169-14, que establece el régimen especial para los indocumentados nacidos en el territorio nacional.
En ese sentido, el consenso alcanzado por Medina ha sido tanto nacional como internacional, pues organizaciones y personas locales pudieron opinar sobre la propuesta del gobierno y, en el plano externo, los organismos internacionales dieron a conocer sus juicios. No en vano visitaron el país prestantes líderes como Joe Biden, Vicepresidente de Estados Unidos; Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU; Rampuy, de la UE y el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez.
El resultado arrojado ha sido un procedimiento de solicitud, contenido en el decreto 250-14, ajustado a los estándares internacionales, que respeta los derechos humanos de las personas sujetas al ámbito de su aplicación, al tiempo que establece requisitos insoslayables, como registro biométrico, prueba de nacimiento, medios de prueba, apreciación de las mismas y la discrecionalidad del Ministerio de Interior para decidir sobre las peticiones de regularización migratoria.
Tanto con la ley 169-14 y el decreto que la reglamenta, Medina inaugura un beneficioso y completo procedimiento legal migratorio al amparo de la histórica sentencia 168-13 del TC, que, precisamente, ordenó la regularización de los extranjeros ausentes del Registro Civil.