Bernardo Vega analiza ambivalencia de EU para eliminar a Trujillo

Bernardo Vega analiza ambivalencia de EU para eliminar a Trujillo

Rafael Leónidas Trujillo

Para el historiador Bernardo Vega la ambivalencia de los Estados Unidos (EU) con respecto a la eliminación física de Rafael Leónidas Trujillo alargó la más férrea dictadura que personificó desde 1930 al 30 de mayo de 1961 cuando fue asesinado por un grupo de hombres a los cuales los gringos intentaron detener en un último momento aunque le habían facilitado armas.

A cumplirse hoy 62 años del ajusticiamiento de Trujillo, el destacado historiador narra una serie de acontecimientos entre los años 1959 al 1961 en los que se evidenciaron contradicciones de los EU que estaba afectado del síndrome de una segunda Cuba y temía que en el país no podía surgir a un Gobierno realmente democrático que podría ser muy débil y subir los comunistas, luego de la desaparición de Trujillo.

“Los Estados Unidos tuvo una actitud muy ambivalente con relación a Trujillo. Muy diferente hubiera sido si el 30 de mayo hubiera ocurrido en 1947 o 1949 antes de Arbenz en Guatemala o Fidel Castro en Cuba”, expresó Vega.

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Destacó que es partir del 1959 que Estados Unidos ven a la República Dominicana desde la perspectiva de una segunda Cuba que había que evitar, ya que creían que así como Castro sucedió al dictador Batista, Trujillo sería sustituido por otro guerrillero.

Luego ocurrieron varios acontecimientos como la ruptura de Trujillo con la Iglesia Católica, el apresamiento de decenas de jóvenes del Movimiento 14 de Junio. Es entonces cuando llega al país el senador George Smather y el empresario William Pawley, a quienes Trujillo les prometió que habría elecciones libres.

Eisenhower estaba preocupado por Trujillo y en mayo del 1960 expresó que “me gustaría verlos ambos (Castro y Trujillo) enterrados” y motivaron los complots para asesinarlos, continúa Vega.

Agrega que posteriormente se produjo el atentado de Trujillo contra el presidente venozolano Rómulo Betancourt y la ruptura de las relaciones por otras naciones. Estados Unidos temía que no hubiera un sucesor de Trujillo listo para tomar el poder.

En noviembre de 1960 Pawley volvió a tratar de convencer a Trujillo que se fuera a vivir a La Florida, quien le dijo que “nunca saldría de aquí a menos que sea en una camilla”.

La noche del 30 de mayo fue asesinado en la avenida en camino a San Cristóbal. Fue emboscado por un grupo integrado por Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Manuel Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda.

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