El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró ayer, martes, que “no tiene intención” de desplegar fuerzas estadounidenses o de la OTAN en Ucrania, pero avisó de “serias consecuencias económicas” para Rusia si lleva a cabo una incursión en territorio ucraniano.
“No tenemos intención de desplegar a fuerzas estadounidenses o de la OTAN en Ucrania”, dijo Biden al ser preguntado por la prensa.
El mandatario insistió en que Washington y sus aliados están preparados para imponer sanciones sobre Rusia y, además, dijo que está preparado para sancionar directamente a su homólogo ruso, Vladímir Putin, algo que sus antecesores han evitado.
“Habrá enormes consecuencias si él (Putin) decide seguir adelante e invadir todo el país”, avisó Biden. Consideró, además, que una agresión rusa podría suponer “la mayor invasión desde la Segunda Guerra Mundial” y aseguró que “cambiaría el mundo».
EE.UU. y sus aliados, incluida la Unión Europea (UE) y el Reino Unido, han insistido en la vía diplomática, aunque el lunes el Pentágono puso en “alerta elevada” a 8.500 soldados ante un posible despliegue en el este de Europa por la escalada de la tensión con Rusia sobre Ucrania.
Según ha explicado el Pentágono, la idea es que el grueso de las tropas estadounidenses se despliegue en países del este de Europa dentro de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF, por sus siglas en inglés), por lo que se activarían únicamente si la alianza atlántica lo solicita.