El presidente estadounidense, Joe Biden, reveló este domingo que tuvo un encuentro «no hostil» con el primer ministro chino, Li Qiang, en los márgenes de la cumbre del G20 en la India.
El mandatario desveló durante una rueda de prensa en Hanói que había conversado con Li en la cumbre del G20, en la que no participó el presidente chino, Xi Jinping.
A Biden pareció escapársele en un momento que se había visto con Li. Cuando los periodistas le estaban preguntando por la relación con China, el mandatario dejó caer que se había encontrado con «el número dos» de Xi, pero no llegó a decir su nombre.
Posteriormente, cuando los periodistas siguieron preguntándole, Biden dio algunos de detalles del encuentro.
«Hablamos de la conferencia en general. Hablamos sobre estabilidad», indicó el presidente, quien también conversó con Li sobre cómo asegurarse de que el llamado Sur Global pueda acceder a nuevas oportunidades.
«No fue hostil» el encuentro, añadió el mandatario para, a continuación, dar por terminada la rueda de prensa diciendo que se iba a la «cama» a dormir.
La Casa Blanca no ha enviado ningún comunicado sobre el encuentro y se desconoce si fue una reunión formal o una conversación informal por los pasillos del centro de convenciones donde se celebró el G20.
Este mismo domingo, cuando la delegación estadounidense dejó la India, uno de los asesores del presidente en política exterior, Jon Finer, dijo a los reporteros a bordo del Air Force One que no tenía ninguna información sobre conversaciones entre el presidente y el primer ministro chino.
La rueda de prensa de Biden estuvo centrada en China y, en varias ocasiones, respondió a las preguntas diciendo: «No quiero contener a China».
También opinó sobre Taiwán y la situación de la economía de China, golpeada en las últimas semanas por una serie de indicadores negativos y en la que el valor del yuan, la divisa china, llegó en los últimos días a niveles mínimos frente al dólar desde hace 16 años.
En concreto, uno de los periodistas preguntó a Biden sobre si la situación económica de China podría hacer que invadiera Taiwán, la isla cuya soberanía reclama Pekín y a la que Washington proporciona gran cantidad de armamento.
«No creo que eso vaya a hacer que China invada Taiwán. De hecho, lo contrario, probablemente no tenga la misma capacidad que tenía antes», contestó el líder estadounidense.
Taiwán ha sido uno de los motivos de las crecientes tensiones entre EE.UU. y China en los últimos meses, aunque la relación pareció mejorar después de la reunión bilateral entre Biden y Xi en noviembre de 2022 en los márgenes del G20 en Bali.
Sin embargo, las relaciones volvieron a agriarse después de que un supuesto globo espía chino sobrevolara Estados Unidos en enero.
Biden ha intentado arreglar las relaciones y ha enviado en los últimos meses a Pekín a algunos de los miembros más importantes de su Gobierno, como el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.