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A Pepe Ega, mi amigo desde siete décadas.
En nuestra entrega anterior, vimos que Brasil se ha enfrentado a cuatro problemas fundamentales en los últimos tiempos: descenso de la actividad económica, incremento en la desconfianza de la población en el sistema y una ola de violencia. Como derivación, eligieran a Jair Bolsonaro como presidente de la nación. En esta entrega,nos enfocamos en conocer aspectos de su vida y sobre sus propuestas para mejorar las condiciones socioeconómicas de Brasil.
Jair Bolsonaro entró al ejército a finales de los años setenta, destacándose por ser cabeza de varias protestas por el aumento de los salarios de los militares.Luego se dedicó a la política, siendo elegido diputado en 1990 para la capital de Brasil.A partir de ahí, militó en siete partidos diferentes, sin contar con mucho apoyo, sin embargo, en el 2018 fue electo presidente de la nación.
La elección de Bolsonaro no fue sorpresa, dada la desesperación del pueblo brasileño,que buscaba una nueva forma de gobierno que lo sacara del estancamiento y de la hiper-corrupción. No obstante, su toma de posesión se dio en condiciones adversas, sus herramientas políticas se vieron limitadas por las condiciones actuales de la sociedad y las restricciones económicas que abundan. Además, de las demandas del pueblo brasileño son muchas y la paciencia es poca. Bolsonaro se encuentra, ahora, ante un gran reto y bajo la lupa de muchos líderes e instituciones.
Bolsonaro se presentó como un candidato diferente en tiempos de turbulencia. Entre sus principales propuestas están la reducción de la cantidad de ministros, la implantación de la pena de muerte y la aprobación, ya materializada, de permisos de armas para la población civil. Además, apoya que las autoridades utilicen la violencia como arma para enfrentar la misma violencia.
En términos económicos, plantea la privatización de las empresas, un importante recorte del gasto estatal a través de varias medidas, entre las que destaca el aumento de la edad de retiro(que a la fecha es apenas 55 años) lo que aumenta altamente los costos de las empresas y del Estado.
La designación de Bolsonaro como presidente de Brasil ha generado incertidumbre, no solo para el mismo Brasil, sino para toda América Latina y el mundo. No podemos olvidar que Brasil es la economía más grande de América Latina y que sus movimientos impactan directamente a la región, en específico, y a muchos otros puntos de forma indirecta.
En este escenario, preocupan dos factores fundamentales: primero, un posible debilitamiento de la democracia; segundo, un potencial deterioro de la cohesión social tanto a nivel interno como a nivel general. Y más,cuando la conjugación es la estrategia fundamental para hacer frente a cualquier crisis.
En otro orden, preocupa la situación ambiental. Es bien conocido que en Brasil se encuentra localizado uno de los principales pulmones de América Latina y el mundo:el Río Amazonas es una fuente esencial de oxígeno que ha mantenido el equilibrio ecológico por mucho tiempo. Sin embargo, entre las propuestas de Bolsonaro se encuentran la de explotar la zona a través de la extracción de recursos y utilizar las herramientas que sean necesarios para facilitar las inversiones en la zona.
Brasil tiene un gran potencial para crecer y salir de su actual situación con más fuerza. Pero se necesitarán, en el corto y mediano plazo, grandes esfuerzos para elaborar una política macro y microeconómica que estimule la demanda, la inversión y el ingreso. Deberá prestarse especial atención a la fragilidad del sistema social y deberán crear escenarios que estimulen la confianza de la población,una vez más, en el sistema.
En nuestra próxima entrega continuaremos ampliando estos aspectos sobre Brasil.