Bien hecho por el gobierno dominicano de proteger a pequeños y medianos agricultores y ganaderos de la zona fronteriza de Dajabón, garantizándole agua para riego y su ganado, con la rehabilitación del canal de La Vigía que estuvo abandonado por varios años.
Esa responsabilidad le corresponde al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), cuyo director Olmedo Caba, está fajao, junto a sus técnicos y obreros, en esa tarea encomienda del gobierno.
Así se hace patria protegiendo a los suyos de cualquier perjuicio o maldad. Los haitianos de manera tozuda, han continuado por encima de todo el mundo la construcción de su canal, violando la buena convivencia de vecinos y acuerdos internacionales.
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Esos productores estaban en peligro de quedarse sin agua para sus actividades agropecuarias, por la construcción del canal haitiano para un trasvase del río Masacre o Dajabón a los ríos Jassa y Lamatry, en una cuenca de Haití. Llevar agua de una cuenca no está permitido en ninguna parte del mundo.
Otro golpe positivo
El jefe del sector agropecuario del país, el ministro de Agricultura, Limber Cruz, ha estado muy activo en las ultimas semanas, apagando líneas de fuego, auxiliando a productores agrícolas y pecuarios en distintas zonas del país.
En las gestiones de socorro a productores, en las últimas dos semanas, ha estado acompañado por el director del INESPRE, Iván Hernández, que también tiene las pilas puestas. Primero fueron los arroceros, luego los productores de plátano y ahora los de huevos por el cierre de las fronteras.