El presidente Luis Abinader debería contactar a sus colegas de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Argentina, Alberto Fernández, y a Carlos Slim, el billonario mexicano, duodécima persona más rica del mundo, dueño de la empresa telefónica Claro, de República Dominicana, para que coloquen a nuestro país entre las naciones latinoamericanas que recibirán la prometedora vacuna AstraZeneca contra el Covid-19.

Sería un gran acontecimiento, pues según un reporte de la BBC News Mundo, la vacuna anti-coronavirus, resultado de la alianza de la Universidad de Oxford con el laboratorio AstraZeneca, se encuentra en fase de pruebas, pero ya comienza a abrirse paso en América Latina.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció el miércoles que AstraZeneca firmó un acuerdo con la Fundación Slim para producir entre 150 y 250 millones de vacunas, que estarían disponibles para el primer semestre del año 2021, considerando resultados de los estudios de la fase III y aprobaciones regulatorias.

Expresó que la vacuna “se distribuirá equitativamente entre los países a solicitud de los gobiernos”, de manera que debe aprovecharse la relación con Slim, nuestro mayor inversionista extranjero, y los nexos diplomáticos con México y Argentina, que están a cargo de la producción latinoamericana para permitir acceso oportuno y eficiente a todos los países de la región. Fernández reconoció que gracias al financiamiento de Slim se conseguirá la vacuna “a precios más razonables”, que podría rondar los 4 dólares cada una.

López Obrador la describió como algo realmente excepcional, que nos va a ayudar mucho a que se mantenga la esperanza, se acabe la incertidumbre y tenga posibilidad de una vida sana”.

Arturo Elías Ayub, vocero de Slim, dijo que la principal motivación del magnate es “salvar vidas”, junto a la preservación de la salud y la reactivación económica.