n los últimos siete años, una persona cada segundo ha sido obligada a abandonar su hogar, fuente externa
Ginebra, Zuiza. En los últimos siete años, una persona cada segundo ha sido obligada a abandonar su hogar a causa de un desastre natural, según un informe del Observatorio sobre Situaciones de Desplazamiento (IDMC) del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
El informe revela que sólo en 2014, 19,3 millones de personas se convirtieron en desplazados internos a causa de un desastre natural. De estos 19,3 millones, 17,5 fueron forzados a abandonar sus hogares tras desastres relacionados con el clima, como tormentas, inundaciones o sequías, y otro 1,7 millones debido a terremotos.
“Los millones de vidas devastadas por desastres son más a menudo consecuencia de estructuras y políticas humanas que de las fuerzas de la naturaleza”, señaló, citado en un comunicado, el secretario del Consejo, Jan Egeland.
“Una inundación no es en si mismo un desastre, las consecuencias catastróficas aparecen cuando las personas no están preparadas o protegidas cuando ocurre”, agrega.
El informe señala factores humanos que contribuyen a la tendencia al alza de los desplazamientos por desastres, como el rápido desarrollo económico, la urbanización y el crecimiento de la población en áreas no adaptadas.
Asimismo, el texto advierte que el cambio climático va a exacerbar la situación en el futuro, dado que los eventos extremos van a suceder más a menudo, en lugares donde nunca antes ocurrían, y de forma más intensa. Ante esta situación, el informe alerta de la posibilidad de que no sólo haya más desplazamientos forzados de personas en el futuro, sino que la situación de los que ya lo son perdure.
De hecho, el informe revela ejemplos, tanto en los países en desarrollo como en las naciones ricas, de personas que aún son desplazadas años después de que sucediera el desastre.
Algunos ejemplos se dan en Estados Unidos, donde más de 56.000 personas todavía necesitan asistencia para encontrar un hogar tras el paso del huracán Sandy en 2012; o en Japón, donde 230.000 personas no han conseguido restablecerse tras el terremoto y tsunami de 2011.
Hoy en día, la posibilidad de ser desplazado por un desastre es un 60 % mayor de lo que era hace cuatro décadas, advierte el informe.