Cada vez más la hepatitis va de la mano con abuso de heroína

Cada vez más la hepatitis va de la mano con abuso de heroína

Ryan Kinsella posa en Penobscot, Maine, el 30 de julio de 2015. Kinsella se fracturó la espalda en un accidente de alpinismo en 2002. El accidente lo dejó con las piernas parcialmente paralizadas. Se recupera de una larga lucha contra hepatitis C, que contrajo por compartir agujas. El aumento de la heroína barata ha ocasionado un aumento en hepatitis C. Quizá en ningún lugar el problema es tan severo como en Downeast Maine, que tiene el índice más alto de hepatitis C en un estado con cinco veces más el promedio nacional. (Foto AP/Robert F. Bukaty)

Maine, EEUU. Agencias de salud pública y centros de rehabilitación de drogas en Estados Unidos luchan por dar alcance al significativo aumento de casos de hepatitis C que consideran que se ha originado, por lo menos en parte, por el creciente uso de heroína por vía intravenosa.

En respuesta, las autoridades están estableciendo o están sopesando programas de intercambio de agujas, pero a menudo se ven obstaculizados por la geografía —hay muchos casos en zonas rurales— y el costo del tratamiento en tiempos reducidos.

En el condado de Washington, en el extremo oriental del país, la tasa de la forma aguda de hepatitis C fue el año pasado la más alta en un estado donde ya era más del triple de la media nacional.

El problema, coinciden autoridades de salud, obedece al aumento del consumo de heroína y otras drogas inyectables y el intercambio de agujas para drogarse.

La historia de Ryan Kinsella es típica, tristemente. Quedó herido de gravedad por un accidente de escalada en roca y se volvió dependiente de los analgésicos opioides hace varios años.

Cuando sus recetas se agotaron, buscó drogas en la calle, donde encontró que la heroína era barata y fácil de conseguir, así que sustituyó una adicción por otra.

Ahora se está recuperando de hepatitis C. “Es difícil conocer profesionales médicos que no te vean como un drogadicto”, dijo Kinsella, de 33 años, quien dirige un taller de bicicletas en el pequeño poblado de Penobscot, en el condado de Hancock.

“Hay un poco de estigma social y hay un poco de `no hay nada que podamos hacer por usted’ y es algo difícil de escuchar”.

Maine vive su peor brote de hepatitis C aguda desde que comenzó a registrar casos en la década de 1990. En el condado de Washington, la tasa es de seis casos por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la tasa nacional, que es de alrededor de 0,7 casos por cada 100.000 habitantes.

No obstante, el problema no se limita a Maine, por mucho. Ha afectado otras zonas, donde el consumo de heroína es una preocupación creciente.

La hepatitis C afecta a unos tres millones de estadounidenses. El número de casos graves aumentó más de 270% de 2009 a 2013.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) reportan que el número de personas que consumen heroína aumentó casi 150% entre 2007 y 2013.

Los nuevos tratamientos para la hepatitis C están siendo noticia por su popularidad y precios elevados.

Harvoni es el nuevo medicamento líder para la enfermedad y cada pastilla cuesta más de 1.300 dólares. El número de recetas elaboradas para medicamentos de hepatitis C es más del doble alcanzando un promedio mensual de 48.000 durante los primeros meses del 2015.