Caídas y ascensos en la historia del cooperativismo RD

Caídas y ascensos en la historia del cooperativismo RD

El cooperativismo es un sistema económico con base en una doctrina, principios y valores cuya aplicación está representada en la sociedad. Tiene doble función, económica y social. La primera facilita las operaciones comerciales, las que les dan un rendimiento a los socios.


Elimina los factores negativos y elementos parásitos que hacen improductivo el esfuerzo de todos y distribuye las ganancias entre los socios. La segunda forma un ser humano diferente, con virtudes morales y con base en la integridad, produciendo seres humanos armoniosos, tolerantes, generosos, solidarios y forjadores de justicia social.

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La Alianza Cooperativa Internacional (ACI), en la Declaración sobre la Identidad Cooperativa aprobada en el Congreso Centenario realizado en Manchester en 1995, estableció que la cooperativa “es una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes, por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente gestionada”.


La idea del cooperativismo en República Dominicana comenzó a mediados de 1946, y estuvo a cargo de sacerdotes de la orden Scarboro, organizándose la primera cooperativa de ahorros y crédito en Manoguayabo por el padre Alfonso Chafe, luego el también padre Santiago Walsh, párroco de Bayaguana, organizó otra cooperativa.


La orden religiosa de los padres Scarboros observó la necesidad de traer a una persona técnicamente formada en asuntos cooperativos e hicieron del conocimiento de sus superiores en Canadá, quienes no vacilaron en la decisión a tomar, enviando al Reverendo Pablo Steele a San Francisco de Macorís, quien desde su llegada fue encargado de la parroquia de la Villa de Boyá y a la vez se encargaba de elaborar los planes para la promoción de cooperativas, a nivel de todo el país.


En 1945 se inició una cooperativa de ahorro y crédito en Boyá, otra en el poblado de Monte Plata y para noviembre de ese mismo año se organizó la primera cooperativa de consumo en Santo Domingo, la cooperativa San Juan Bosco, bajo las orientaciones del Reverendo P. Juan Balliri y del doctor Alfonso Rochoc, la cual más tarde se convierte en cooperativa de ahorro y crédito.

Esta primera parte del cooperativismo dominicano culmina con la organización de la Federación de Cooperativas de Ahorro y Crédito (FEDOCOOP) el 1 de agosto de 1949 (cuya sede está actualmente en la calle 16 de Agosto 35 del sector San Carlos).


En esa asamblea celebrada en el Salón Parroquial de la Iglesia San Juan Bosco, con la asistencia de 25 delegados de ocho cooperativas, comenzó a expandirse por todo el país el movimiento cooperativo dominicano. Ese proceso de crecimiento fue cercenado por la tiranía trujillista que produjo un forzado receso del notable crecimiento económico y social del cooperativismo nacional.


Con la desaparición de la tiranía se inicia el período fértil o de auge del cooperativismo dominicano con el reagrupamiento del nivel primario y Rehabilitación de la Federación Dominicana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (FEDOCOOP), que se había constituido en 1949.


Es de esa manera y dentro del contexto de las nuevas condiciones que se obtiene un creciente desarrollo del movimiento y en pocos años el sector cooperativo cuenta con la legislación que crea el IDECOOP, el 25 de octubre de 1963, mediante la Ley 31, y también la Ley 127 de enero de 1964, que regula las actividades de las cooperativas.

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