“Por primera vez desde 1924 el pueblo dominicano votará hoy en unas elecciones libres para elegir al Presidente de la República, al Vicepresidente de la República, los miembros de las dos cámaras legislativas, los síndicos municipales y los regidores de los Ayuntamientos.
Los diputados elegidos hoy serán los miembros de la Asamblea Constituyente que debe reunirse próximamente”.
Así tituló El Caribe su noticia de primera página del jueves 20 de diciembre de 1962, firmada por Max Álvarez.
Pedro Gil Iturbides dio un matiz social a su crónica, también la principal de La Nación: “Ricos y pobres, blancos y oscuros, pero todos dominicanos, concurrirán desde las 6 de esta mañana a las urnas con un mismo propósito: lograr la reestructuración política de la República Dominicana”.
Fue un día memorable, de euforia colectiva, a pesar de tres heridos que dejó una pedrea entre miembros de la Unión Cívica Nacional, UCN, y del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en las inmediaciones del Parque Independencia.
Al hecho se dio tal importancia que al lugar acudieron el presidente del Consejo de Estado, Rafael F. Bonnelly, el vicepresidente, Nicolás E. Pichardo y Donald Reid Cabral, segundo vicepresidente, en busca de información sobre el caso.
Supuestamente un grupo de la UCN agredió a perredeístas que pasaron gritando “¡Viva Juan Bosch!”. Resultaron heridos Juan González, Benjamín Bautista de la Rosa y Francisco Ramírez Escalante. Hubo otros incidentes entre miembros de esos dos partidos que poco antes del día de las elecciones se habían convertido en las dos principales fuerzas políticas.
El Caribe dedicó prácticamente su edición al proceso.
El superior de la Compañía de Jesús en Santo Domingo, padre Mariano Tomé, escribió al periódico puertorriqueño El Mundo para desmentir una información según la cual dos consejeros tenían un pacto secreto con Juan Bosch.
Estos eran, según el periódico, Antonio Imbert Barrera y Luis Amiama Tio. El Mundo había dado como fuente a sacerdotes jesuitas, principalmente españoles.
Bosch, había sido acusado de marxista-leninista por el padre Láutico García, jesuita español y ambos comparecieron a una polémica por televisión el 17 de diciembre. “El debate movió el interés de todo el país y Bosch resultó triunfante, desvirtuando las dudas que se habían levantado sobre su pensamiento político y obteniendo mayor cantidad de sufragantes para el acto electoral”, escribió Julio J. Campillo Pérez en su Historia electoral dominicana, 1848-1986.
Los candidatos
Participaban Unión Cívica Nacional, cuyo candidato presidencialera Viriato Alberto Fiallo y vicepresidencial José Augusto Puig; el Partido Revolucionario Dominicano, con Juan Bosch y Buenaventura Sánchez, este último sustituido después por Segundo Armando González Tamayo. También Juan Isidro Jimenes Grullón por Alianza Social Demócrata, con aspirante a la vicepresidencia Buenaventura Báez Ledesma.
Horacio Julio Ornes se movilizaba a través de Vanguardia Revolucionaria Dominicana, como candidato a presidente junto a Manuel Viñas Cáceres como su vicepresidente; por el Partido Revolucionario Social Cristiano Alfonso Moreno Martínez y Josefina Padilla a la vicepresidencia; Virgilio Maynardi Reyna y Mario Read Vittini por el Partido Nacionalista Revolucionario Democrático.
Por el Partido Nacional aspiraban Raúl Carbuccía y Máximo Vásquez Gautier. Joaquín Balaguer y Nicolás Silfa, por el Partido Revolucionario Dominicano Auténtico, pero esta candidatura fue rechazada por la JCE.
El Partido Nacionalista Revolucionario, de Pedro Pérez Cabral y la Agrupación Política 14 de Junio se abstuvieron “pero sus partidarios votaron en su gran mayoría por el PRD”. Finalmente fueron a las elecciones siete partidos con cinco candidaturas.
Los candidatos fueron Juan Bosch, Viriato Fiallo, Alfonso Moreno Martínez, Virgilio Maynardi Reyna y Juan Isidro Jimenes Grullón.
Aunque “los vaticinios aseguraban un triunfo espléndido de la UCN, dada su activa participación en las luchas contra los residuos del trujillato”, las elecciones las ganó Juan Bosch.
Calle. Cuando Boca Chica pertenecía al Distrito Nacional
Se solicitó al Ayuntamiento que una de sus calles fuese designada 20 de Diciembre porque “constituye una fecha histórica toda vez que es demostrativa del libre ejercicio de la voluntad popular en los primeros comicios libres realizados en República Dominicana durante varias décadas”.
El ocho de mayo del año de 1963 fue designada Avenida 20 de Diciembre “la calle que se inicia en el desvío de la avenida Las Américas, cruza por el frente del Instituto Comercial y de la Escuela Elvira de Mendoza, terminando en el poblado de Andrés”.