La Cámara Forestal Dominicana rechazó la iniciativa de los senadores Euclides Sánchez y Adriano Sánchez Roa de someter una resolución para que se suspendan por 10 años los planes de manejo de bosques, al explicar que se trata de un actividad ecológica y económica importante que aglutina 8,469 productores además que protege el suelo y la biodiversidad.

Destacó que comparte la preocupación de los legisladores en cuanto a los incendios forestales, pero señalaron que los fuegos de las últimas semanas básicamente han ocurrido en áreas protegidas y no en las fincas privadas.

En visita a HOY, José Rafael de Moya, Humberto Checo, José Elías González y Raúl Martínez Mera, miembros del consejo directivo, entienden que los legisladores al parecer están confundidos.

“Nuestros bosques además de producir bienes y servicios también protegen el suelo, los bosques nuestros están certificados por Medio Ambiente y han sido sometido previamente a un proceso de evaluación, de inventarios hasta que son reconocidos y se emite una licencia de aprovechamiento forestal”, dijo De Moya.

Indicaron que la atención debe centrarse en los parques nacionales donde han ocurrido los incendios, no en las fincas del sector privado.

Se mostraron en disposición de colaborar con las autoridades en cuanto a las medidas que puedan ayudar a la prevención.

Checo detalló que las 8,469 fincas forestales que tienen los miembros de la Cámara están divididas en plantaciones forestales o de reforestación y en proyectos de manejo de bosques naturales, bajo un certificado del Ministerio de Medio Ambiente.

Destacó que en total tienen 1,350,000 tareas de bosques privados, en las cuales un 70% produce madera y el 30% carbón.

Mal estímulo. Los productores forestales indicaron que las estadísticas demuestran que las prohibiciones de los planes de manejo llevan a un cambio de uso de suelo hacia la actividad agrícola que no conserva bosques.

Recordaron que incluso en el 2012 el Ministerio de Medio Ambiente reportó un incremento de la cobertura boscosa en parte gracias a los planes de manejo forestal.

Entienden que lejos de limitar la producción forestal se deben crear políticas de estímulo a los fines de poder satisfacer la demanda local, pues cada año en el país se importan 300 millones de dólares de madera mientras se producen 30 millones de dólares.

Es ante esta realidad que los productores entienden que se debe legislar para fortalecer el sector, no para limitarlo.