Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma es una enfermedad crónica muy frecuente en niños y adolescentes, la cual afecta las vías aéreas respiratorias, a través de las cuales transita el aire hacia los pulmones.

Con el interés de conocer un poco más profundo sobre las realidades del asma, y a propósito de que el pasado martes 3 de este mes se celebró su día mundial, consultamos al especialista en vías respiratorias y cirugía de tórax, Eduardo Gautreau De Windt, sobre las realidades del asma y algunos mitos o creencias.

Explica el experto que el asma es una enfermedad de tipo alérgica respiratoria de carácter inflamatoria, la cual tiene que ver fundamentalmente con factores propios del medio ambiente, tanto internos como externos.

En cuanto a los factores interno detalla el doctor Gautreau De Windt, que estos tienen que ver con los alimentos que se ingieren, las condiciones corporales, del metabolismo y lo que respira la persona.

Al definir las causas externas, indica que tiene que ver con todo el entorno, desde las condiciones climáticas (temperatura, lluvias, exceso de frío, calor, humedad extrema, resequedad extrema, polvos, sustancias químicas tanto en ph, como en olores, humo, en sentido general, cigarrillos, quema de desechos, mientras más oscuro más dañino, de vehículos, plantas eléctricas…, detergentes, ambientadores, cosméticos).

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Aumento del asma a nivel mundial

Indica el doctor que cada vez más hay mayor cantidad de personas padeciendo de asma en el mundo, debido a los cambios climáticos y la presencia de mayor cantidad de contaminantes, tanto a nivel internos en los hogares como en los exteriores.

Señala asimismo, que este aumento tiene que ver en gran parte por los alimentos que se consumen hoy día, en cuya producción y manipulación se utilizan grandes cantidades de químicos, tales como sustancias agroindustriales (insecticidas, pesticida), los plásticos.

La forma en que se lavan las ropas, la limpieza del hogar (cloro, jabones, detergentes, aromatizantes).

Menciona igualmente el consumo de tabaco, lo que afirma incide incluso con otras enfermedades como el cáncer.
Gautreau De Windt menciona también como un agravante para la presencia de asma, las hormonas utilizadas en las crianzas de animales para acelerar la producción alimenticia de carnes, leche y sus derivados, y los huevos.

¿El asma, tiene cura?

Afirma el doctor que el asma no tiene cura, sino que los pacientes con esta afección de salud pueden mantenerla controlada, llegando incluso a un punto de control total, en el cual el paciente deja de tener crisis de obstrucción respiratoria, que deje de “apretarse” como popularmente se le llama.

“Todo esto va a depender de los cambios endógenos, cambios hormonales, encimáticos, etc, como lo que ocurre en la adolescencia y el crecimiento. Es de ahí que escuchamos a personas decir que sufrían de asma pero a los 13, 14 o 15 años dejaron de tener crisis o de apretarse”, precisa el especialista.

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Sostiene no obstante, que esto no significa que el asma se haya curado, sino que lo que ocurre es que el asma entra en “letargo”, lo cual desde el punto de vista biológico puede durar 20, 30 años, pero en cualquier momento puede reactivarse, generalmente, tras un proceso de infección, inflamación, una virosis, e incluso en condiciones fisiológicas como un embarazo.

“Es muy frecuente que las mujeres que dejaron de apretarse en la niñez o en la adolescencia, vuelvan a apretarse al salir embarazadas o cuando tienen un aborto”, afirma.

¿Qué tan certeros son los remedios caseros?

A juicio del doctor, los múltiples remedios caseros que supuestamente curan el asma y se recomiendan incluso entre generaciones (de las abuelas a los nietos, tías, hermanas), no está demostrado científicamente que puedan curar el asma.

“Hay algunos remedios caseros que son incluso aberrantes, tóxicos para el organismo, que en vez de hacer bien complica más la situación”.

Asegura el especialista de las vías respiratorias, que esos remedios caseros están fundamentados básicamente en mitos populares, los cuales perjudican mucho más al paciente de asma, y conllevan incluso a la aparición de otras enfermedades, debido a que producen toxicidad en el organismo.