Cambios y desarrollo de la educación superior

Cambios y desarrollo de la educación superior

Jesus de la Rosa.

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En la década de los años setenta, los procesos de reforma de las universidades públicas de la América española y el Caribe perseguían adaptar la educación superior a los nuevos requerimientos económicos y sociales derivados de la adopción del llamado modelo “de desarrollo hacia adentro” promovido por la CEPAL basado en el proteccionismo industrial, la sustitución de las importaciones, la explotación de los recursos naturales y el endeudamiento externo. Dichos procesos tuvieron grandes repercusiones en las estructuras de casi todas las universidades de la región. Los mismos se concentraban en la introducción de los estudios generales, la departamentalización de la docencia, el cultivo de las disciplinas básicas y una mayor flexibilidad académica mediante el establecimiento de un nuevo sistema de requisitos y de otorgamiento de créditos. Entonces, casi nadie ponía en tela de juicio el sobresaliente papel de las universidades en los esfuerzos conducentes al desarrollo económico de los países del área y hasta se les atribuía el rol de motor principal del adelanto y de la transformación social.
Treinta años después, queremos decir ahora, la educación superior vuelve a estar en discusión. Lamentablemente, esta vez de manera muy distinta. Como lo afirma el educador nicaragüense Carlos Tünnermann, “el debate actual sobre la educación superior se caracteriza por la existencia de toda una escuela sustentada por algunos organismos internacionales de financiamiento que ponen en tela de juicio la eficacia de la educación superior pública, cuestionan su rendimiento económico y social y la prioridad de las inversiones destinadas a ella”. Quiere esto decir que el debate contemporáneo sobre la educación superior es mucho más complejo que el que tuvo lugar en los años 70 del pasado siglo 20. Hoy, está en juego la confianza de la sociedad en la educación superior pública como uno de los medios privilegiados con que cuenta un país para promover su desarrollo y fortalecer su identidad nacional y autodeterminación.
Pensamos que, en la actualidad, nuestros esfuerzos deben de estar dirigidos a construir, desde nuestra propia identidad cultural, un modelo endógeno de desarrollo humano que no excluya la apertura de la economía y la búsqueda de una inserción favorable en el actual contexto internacional. ¿Cuáles son los temas que a nuestro entender deben ser los dominantes en el debate internacional sobre la educación superior? No lo vamos a enumerar todos porque resultaría muy pesado. Contentemos con algunos: la educación superior en el umbral del siglo 21; la integración entre docencia e investigación; la diversificación de los sistemas de educación superior y su vinculación con el sector productivo; el papel de la educación permanente en la educación superior con miras a satisfacer las nuevas necesidades de una demanda cada vez más diversificada; la autonomía y la libertad de cátedra como condición esencial para la conducción de la docencia y la investigación, sin las cuales las instituciones de educación superior corren el riego de transformarse en simples instrumentos de las grandes corporaciones. Pretendamos construir, partiendo de nuestra propia identidad cultural, un modelo endógeno de desarrollo humano sustentable que no excluya la apertura de la economía y la búsqueda de una inserción favorable en el actual contexto internacional.

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