Yordan Álvarez consiguió un jonrón monumental para remontar la pizarra y los Astros de Houston conquistaron su segundo título de la Serie Mundial en seis temporadas, al vencer el sábado 4-1 a los Filis de Filadelfia en el sexto juego.

El garrotazo del cubano por todo el jardín central abrió la puerta para que Dusty Baker ganara por primera vez en su carrera un Clásico de Otoño como manager.

La pelota viajó a 450 pies del plato en el sexto inning. Fue el primer cuadrangular del cubano desde los primeros dos duelos de esta postemporada.

El abridor dominicano de los Astros, Framber Valdez, contempló la escena y comenzó a saltar enloquecido en la cueva, lo mismo que buena parte de los 42.948 fanáticos, quienes agitaron además toallas anaranjadas.

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«Sentí que el estadio se estaba moviendo», relató el pelotero oriundo de Las Tunas. La celebración comenzaba apenas. La última vez que un equipo había conquistado la Serie Mundial en casa se remontaba a 2013, con los Medias Rojas de Boston.

Baker, de 73 años, finalmente obtuvo un título de la Serie Mundial, en su 25ta campaña como manager. Ésta fue su tercera temporada con los Astros.

Valdez consiguió su segunda victoria en la serie. Había pasado sólo unos minutos en la cueva tras efectuar su 93ro y último lanzamiento, en una labor de seis innings que incluyó nueve ponches.

Pero el zurdo se marchó de la loma en desventaja por 1-0, tras recibir un jonrón solitario de Kyle Schwarber en el comienzo del sexto capítulo.

Jeremy Peña, campocorto novato, fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, luego de pegar otro hit clave, un sencillo que antecedió al tablazo de Álvarez. El dominicano terminó con dos hits y una anotada.