Cáncer de Kate Middleton a los 42 años, actualizó el debate sobre tumores en adultos jóvenes

Cáncer de Kate Middleton a los 42 años, actualizó el debate sobre tumores en adultos jóvenes

Cada año, 10 millones de personas mueren en el mundo debido al cáncer, según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y esta cifra podría aumentar a 30 millones de casos nuevos y 16 millones de muertes para 2040.

A pesar de la disminución de las muertes por cáncer en países como Estados Unidos, gracias a mejores pruebas de detección, la reducción del tabaquismo y nuevos tratamientos, el cáncer está creciendo a nivel mundial, especialmente entre adultos menores de 50 años.

Las últimas cifras publicadas en la revista Nature muestran que esta tendencia, junto con el aumento de la población mundial, impulsa el incremento del 28% en la muertes por cáncer de aparición temprana según estadísticas de 1990 hasta 2019. Incluso, esta suba se evidencia en patologías oncológicas que siempre estuvieron ligadas al envejecimiento.

El viernes 22 de marzo, la noticia de que Kate Middleton fue diagnosticada con cáncer impactó a nivel global no solo por tratarse de una figura públlica, sino por la temprana edad que tiene la princesa.

En diálogo con Infobae, el doctor argentino Oscar Cingolani, médico cardiólogo e investigador de la Universidad Johns Hopkins, en la ciudad de Baltimore, Estados Unidos, ratificó que esta tendencia preocupa cada vez más a los especialistas: “Todos los cánceres están en aumento en adultos jóvenes desde las últimas tres décadas”, señaló contundente.

Cingolani marcó la relevancia de dos aspectos que suelen ser subestimados como factores de riesgo de enfermedades oncológicas, pero que desde hace tiempo que están en la mira de los científicos: la polución ambiental y la microbiota.

“La contaminación del ambiente, la presencia de microplásticos y nanoplásticos en el aire junto a los cambios de la dieta actual, son las causas que más pueden estar vinculadas con la aparición precoz de cánceres”, dijo el médico cardiólogo y apuntó que varias investigaciones en el mundo se enfocan en la búsqueda de evidencia científica que explique las causas del vínculo entre esos factores de riesgo y la probabilidad de desarrollar cáncer.

¿Por qué tantos adultos jóvenes padecen cáncer?

Un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature esta semana, puso la lupa en las razones detrás del incremento del cáncer en menores de 50 años. Para entender la situación actual es necesario repasar primero lo que muestran los datos.

Un estudio científico publicado en BMJ Oncology, realizado por un consorcio internacional de investigadores de Estados Unidos, Reino Unido, China y Suecia, mostró que los casos globales de tumores de aparición temprana aumentaron de 1,82 millones en 1990 a 3,26 millones en 2019 en menores de 50 años, esto es 79% más de diagnósticos oncológicos en adultos jóvenes que hace tres décadas.

“Por lo general, el cáncer es más frecuente en adultos mayores de 50 años, pero la incidencia del cáncer de aparición temprana (<50 años) ha aumentado en todo el mundo”, señalaron los investigadores, quienes buscaron obtener una mirada global de esta realidad sobre la base de datos del Global Burden of Disease 2019 Study (Carga Global de Enfermedades), que evaluó 29 tipos de cáncer en 204 países regiones.

Las estadísticas incluidas en el estudio y detalladas por Infobae mostraron que incidencia y muertes asociadas por casos de cáncer de aparición precoz podría aumentar en 2030 un 31% y un 21%, respectivamente. Los números dicen que en los menores de 50 años, los cánceres de tráquea (nasofaringe) y de próstata son los que más han aumentado desde 1990. Mientras que los que más muertes causaron entre los adultos más jóvenes fueron los de mama, tráquea, pulmón, intestino y estómago.

Ante esta evidencia contundente, el informe de Nature planteó un dilema que tiene eco en los distintos laboratorios y centros de investigación del mundo: averiguar cuáles son las causas detrás del creciente aumento de las tasas de cáncer.

Hasta el momento, los científicos siguen buscando respuestas ya que los factores típicamente asociados, como el incremento de la obesidad o otros trastornos metabólicos, o la mayor cantidad de diagnósticos gracias al acceso a las pruebas de detección temprana, no logran explicar completamente este fenómeno.

Un ejemplo de esta situación se da en las cifras relevadas en Estados Unidos, donde el cáncer de colon se ha establecido como la causa principal de fallecimiento por esta enfermedad entre los hombres menores de 50 años y, en las mujeres jóvenes, ocupa el segundo lugar. Por eso, nuevas investigaciones comenzaron a estudiar otros aspectos como el microbioma intestinal y los genomas de los tumores colorrectales.

Microbiota y polución

Como anticipó el doctor Cingolani en diálogo con Infobae, la ciencia avanza en la exploración de otros posibles factores que impulsen el incremento de enfermedades oncológicas, como el microbioma intestinal, la polución y los genomas de los tumores. El incremento de casos de cáncer en personas menores de 50 años se atribuye a causas multifactoriales y el estilo de vida juega un papel crucial. El aumento del estrés, la mala dieta y la disminución de la actividad física son factores significativos que impulsan los nuevos diagnósticos.

“Se está poniendo muchísima atención en las alteraciones de la microbiota intestinal”, dijo Cingolani en referencia a un proceso de origen múltiple, desde el uso recurrente o abusivo de antibióticos hasta un plan de alimentación con niveles elevados de productos ultraprocesados.

En los pacientes que reciben tratamientos con antibióticos por alguna enfermedad, se observa que meses después siguen teniendo una alteración en la microbiota, dijo el médico cardiólogo y advirtió que si bien este grupo representa una minoría entre la población general, lo que mas alerta a los especialistas es la dieta fast-food.

“Los conservantes de las comidas, los edulcorantes naturales, los preservantes en las latas de conservas, es decir, el cambio que existe en comer comida ultraprocesada, a diferencia de la comida orgánica natural, podría llegar a influir en la microbiota y esta, a través de cambios en lo que se denomina ARN no codificante, producir tumores tempranos”, precisó.

Un estudio de febrero de este año, mostró que los alimentos ultraprocesados pueden desencadenar y aumentar el riesgo de más de 30 problemas de salud, entre ellos el cáncer. Investigadores de Irlanda, Francia, Australia y los Estados Unidos realizaron un metaanálisis de estudios y encontraron que el consumo abusivo de productos alimenticios industrializados está asociado a 32 efectos dañinos para la salud humana, incluyendo el cáncer, las principales afecciones cardíacas y pulmonares, los trastornos mentales y la muerte prematura.

Además de los efectos de la dieta moderna con altos niveles de productos industrializados y su efectos en la alteración de la microbiota intestinal, otro factor con impacto significativo en la escalada de las enfermedades oncológicas es la contaminación ambiental, situándose justo después del tabaquismo como factor de riesgo predominante no sólo para el cáncer de pulmón, sino para muchos otros tumores.

Estilo fast-food y epigenética

El cáncer emerge cuando el proceso de división celular se descontrola, según define el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Normalmente, las células se renuevan: las antiguas o dañadas mueren y son sustituidas por nuevas. Sin embargo, si este ciclo se altera, células anormales o dañadas pueden proliferar sin control, invadiendo tejidos vecinos y formando tumores que pueden ser malignos o benignos. Este fenómeno resulta especialmente preocupante en personas jóvenes, donde el ritmo de creación de nuevas células es superior.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que adoptar un estilo de vida saludable incluyendo una mejor alimentación y la eliminación de hábitos nocivos como el consumo de cigarrillos y alcohol, junto con una adecuada protección solar, puede significativamente disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer. La recomendación incluye priorizar el consumo de frutas y verduras y evitar alimentos altos en grasas y ultraprocesados.

La mala alimentación hace que, los cánceres de aparición temprana estén asociados al sistema digestivo, con incrementos en los índices de cáncer colorrectal, de páncreas y de estómago. Aunque el cáncer colorrectal, uno de los más prevalentes a nivel mundial, capta mayor atención, es importante destacar el ascenso en los casos de cáncer de mama y próstata en menores de 50 años.

Más de la mitad de los cánceres colorrectales están relacionados con factores modificables del estilo de vida. Se cree que fumar tabaco, beber alcohol y llevar un estilo de vida sedentario van de la mano de un mayor riesgo de cáncer de colon, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.

En este proceso de avance del cáncer en adultos jóvenes v vinculado a hábitos de vida, el sedentarismo, la ingesta de carnes procesadas y el bajo consumo de frutas y verduras, muchos científicos ya hablan de un efecto ‘cohorte de nacimiento’, esto significa un riesgo aumentado vinculado a los cambios en el estilo de vida fast-food desde 1970 a la actualidad.

Cingolani dijo que “lo que ocurre con la microbiota es que tiene mucho que ver con la genética y la epigenética. Actualmente, se está prestando mucha más atención a la epigenética que a la genética, porque nuestra salud está absolutamente vinculada a la microbiota, el medio ambiente en que vivimos, y a los alimentos que comemos”.

En forma contundente, el cardiólogo argentino expresó que el ambiente “altera la expresión de esos genes que son los que van a hacer diferenciar a esas células en tumores o lo que se cree que influye en la diferenciación de las células normales del organismo en células cancerígenas que empiezan una reproducción anárquica e invasión”.

En definitiva, el doctor Cingolani destacó que el creciente número de casos de cáncer en las últimas décadas se explica por en dos cuestiones: la polución ambiental y la dieta poco saludable. ”Obviamente todo esto tiene que ser comprobado, pero existen gran cantidad de estudios a nivel global que investigan este abordaje para entender el crecimiento del cáncer en jóvenes”, remarcó.

Finalmente, el especialista expresó que “las clases socioeconómicas más bajas tienen una predisposición a sufrir cánceres más precoces por varias circunstancias, una de ellas es el poco acceso que tienen a la salud y por los malos hábitos. El alcoholismo y el tabaquismo se suele ver en menores edades en clases socioeconómicas bajas y tal vez eso sea, en parte, por una falta de educación o lo que se llama counselling por parte de los médicos, por falta de acceso a prevención en salud por parte de esas clases socioeconómicas más bajas”.

Cáncer en jóvenes y la evidencia reciente

Un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en JAMA Network reveló un incremento preocupante de diagnósticos de diversos tipos de cáncer en adultos menores de treinta años, tras un análisis de 17 registros del Instituto Nacional del Cáncer, involucrando más de 500.000 casos de cáncer en estadios iniciales en pacientes menores de 50 años entre 2010 y 2019, mostró un importante aumento de casos en mujeres jóvenes, con cáncer de mama, tiroides y colorrectal como los más diagnosticados.

Este fenómeno ya se registra en otras latitudes del planeta, un estudio internacional que examinó los registros de cáncer de 44 países publicados en el último año e identificó un incremento rápido en la incidencia de 14 tipos diferentes de cáncer, muchos de estos relacionados con el sistema digestivo.

Por otro lado, un artículo en Nature Reviews Clinical Oncology sugiere que el incremento del cáncer de aparición temprana “probablemente estén relacionadas con cambios en la exposición a factores de riesgo en las primeras etapas de la vida y/o en la edad adulta temprana desde mediados del siglo XX en adelante”. Sin embargo, los autores del estudio reconocen que los efectos específicos de cada exposición individual aún son ampliamente desconocidos. De todos modos, parece que algunos aspectos están presentes en cada trabajo: factores de riesgo como el tabaquismo y una alimentación poco saludable.

En Estados Unidos, debido a su mayor presencia entre los jóvenes, el cáncer de colon comenzó a ser estudiado en profundidad. Un análisis publicado en la prestigiosa revista Science señaló un preocupante aumento en la incidencia de esta patología.

El 25% del cáncer colorrectal posee un componente hereditario, pero la casos en jóvenes sin historial familiar relevante pone de manifiesto la influencia de otros factores de riesgo y exposiciones a lo largo de la vida, incluso desde la etapa prenatal. Estas observaciones sugieren una necesidad de revisión en las estrategias de detección y prevención, por lo que existe una necesidad creciente para que la comunidad científica y a los sistemas de salud pública analicen los enfoques y prioridades en investigación, diagnóstico precoz y políticas de salud para identificar las razones subyacentes detrás de este incremento.

En palabras de la Organización Mundial de la Salud, “alrededor de un tercio de todos los casos de cáncer podrían prevenirse evitando factores de riesgo clave como el tabaco, el consumo abusivo de alcohol, la dieta poco saludable y la inactividad física”, siendo que “muchos cánceres tienen una probabilidad de curación elevada si se detectan temprano y se tratan adecuadamente”.

“Los pacientes son cada vez más jóvenes. Es probable que se trate de algún cambio ambiental, ya sea algo en nuestra comida, nuestros medicamentos o algo que aún no hemos identificado”, consideró la doctora Andrea Cercek, codirectora del programa de cáncer gastrointestinal de aparición temprana en el Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York, en declaraciones al diario The Wall Street Journal.

La prominencia de los cánceres gastrointestinales y la coincidencia con cambios en la dieta en muchos países apuntan a las crecientes tasas de obesidad y a las dietas ricas en alimentos procesados como posibles culpables de contribuir al aumento de las tasas de casos. “Muchos han planteado la hipótesis de que estos factores podrían explicar algunos de nuestros hallazgos, pero parece que es necesario profundizar más en los datos”, indicó a Nature Daniel Huang, hepatólogo de la Universidad Nacional de Singapur.