La Organización Mundial de la Salud, comúnmente abreviada OMS, ha establecido el mes octubre como “Mes de Sensibilización del Cáncer de Mama”. La razón de tal designación obedece a la frecuencia de dicho mal en las mujeres y al hecho de que usualmente se detecta en etapas avanzadas reduciendo así las posibilidades de cura definitiva de dicha enfermedad. La visión médica que tenemos en el año 2024 en cuanto a detección, manejo y pronóstico de esa afección es muy diferente a la que prevalecía a finales del pasado siglo XX.
Recuerdo que terminando la década de los 70 viajé de vacaciones desde Chicago, donde residía, a República Dominicana que es el territorio donde he nacido. Me hospedé en casa de mis padres y se me ocurrió preguntar a mi progenitora si se chequeaba los senos regularmente. Me respondió que en toda su vida solamente su esposo habría tenido acceso a esa intimidad y por supuesto sus diez hijos durante la lactancia. Le solicité permitirme palpar sus mamas y un poco a regañadientes accedió. En aquel momento logré identificar un pequeño nódulo en una de las mamas. Dado el poco tiempo de vacaciones restante le hice una referencia al Instituto Oncológico para seguimiento del caso. Al no volver a tener noticias asumí que nada maligno se había detectado.
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En otro viaje a Santo Domingo extravíe la tarjeta de residencia y hube de ir al consulado estadounidense donde me dieron una carta de ruta para poder ingresar a territorio de Estados Unidos. Mientras esperaba en Puerto Rico la emisión del “Green Card” de reemplazo, asuntos de urgencia obligaban a trasladarme a la capital dominicana con pasaporte criollo. La línea aérea no me vendía el pasaje de ida y vuelta sin una “carta de emergencia” del Consulado dominicano. Las autoridades consulares me pidieron el motivo de la urgencia del vuelo. Mencioné el caso materno y que viajaba para darle seguimiento a esa situación. Tiempo después mamá era ingresada de emergencia al Hospital de la Plaza de la Salud con mucha dificultad respiratoria. Tenía un derrame pleural. Se le extrajo una gran cantidad de líquido cuyo examen citológico mostró células cancerosas en el pulmón procedentes de la lesión primaria en la mama. En relativamente corto período de tiempo la neoplasia se extendió al cerebro poniendo así fin a la vida del ser querido.
En el 2017 una famosa artista norteamericana visitó un imagenólogo para hacerse una mamografía de rutina la cual fue interpretada como libre de malignidad. Seis años después la paciente era intervenida por un avanzado cáncer mamario en el mismo órgano. Un programa de inteligencia artificial fue utilizado para reinterpretar la imagen de 2017 y el dispositivo lo leyó como positivo para carcinoma de mama. Los avances tecnológicos de imágenes mamarias con lectores de inteligencia artificial permiten detectar lesiones de menos de diez milímetros con un grado de certeza diagnóstica por encima del noventa por ciento. La palpación manual es un tema histórico del pasado siglo XX. Si queremos salvar vidas y ganarle la batalla al cáncer mamario el tamizaje masivo de la población femenina es requisito indispensable. Aunque se termine el mes de octubre, la lucha contra el cáncer de seno es la guerra de todos los días del año.