El ministro dominicano de Relaciones Exteriores, Miguel Vargas, abogó hoy por reformular la relación bilateral de su país con Estados Unidos para alcanzar un “mayor equilibrio».

Vargas realizó estas declaraciones en una conferencia dictada en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, con motivo de las actividades de la Semana Dominicana en Washington, donde también firmó acuerdos con esta institución y The Washington University para promover intercambios de conocimientos, docentes, publicaciones y actividades conjuntas.

“Consideramos que nuestra plataforma de trabajo en común requiere una reformulación de la relación, tendente a un mayor equilibrio entre socios iguales, basada en el respeto mutuo”, aseguró Vargas en su discurso, divulgado por la Cancillería en Washington.

Argumentó que “periódicamente surgen fricciones” con respecto a la calificación de su país como puente del narcotráfico, sobre la calificación “regular y continua” en materia de trata de personas y los argumentos de derechos humanos vinculados a su política migratoria.

Por ello, Vargas apeló a “los valores fundamentales comunes» entre Estados Unidos y la República Dominicana para generar un espacio de diálogo que refleje una relación de “madurez».

“Quisiéramos, por ejemplo, que Estados Unidos se valga en todo momento de los canales diplomáticos oficiales pertinentes, para evitar juicios públicos que no reflejen adecuadamente la complejidad de las interacciones y que puedan resultar dañinos para la imagen del país”, explicó.

Además, se mostró favorable a una cooperación más estrecha en la elaboración de políticas y en la distribución de la inversión para lograr las metas comunes, por “el principio de responsabilidad compartida».

En este sentido, priorizó el fortalecimiento de la relación con el país norteamericano en la continuación y el incremento de las actividades de promoción del país, en materia comercial, cultural y turística.

El canciller también defendió la profundización de iniciativas en seguridad, la cooperación en temas de narcotráfico y tráfico de armas y la protección de los derechos de los inmigrantes dominicanos.
“Aspiramos a convertirnos en interlocutor del Caribe frente a Estados Unidos en temas como los riesgos medioambientales, las fuentes de energía no tradicional, la seguridad, el tráfico de drogas y armas, y el aumento de los intercambios comerciales y culturales”, concluyó Vargas.