El cantautor Enrique Féliz afirma que cuando no se encontraba en el mejor momento de su vida, decidió dejar la vida secular para entregarse en cuerpo y alma al llamado de Dios.
A pesar del éxito y de ser conocido por sus canciones en la década de los 80, el artista sentía que no ajustaba en el mundo artístico.
Yo recibí ese llamado del Señor no por una catástrofe en mi vida, por una crisis o una enfermedad. Llegó en un momento en el que sentía que no encajaba en el medio, porque en ese medio hay tantas cosas que no eran para mí; yo no tomo, no ando de mujeriego, explica el intérprete de El melao de Mireya
Enrique dijo que al tomar la decisión fue iluminado por el Espíritu Santo, porque sentía que su vida estaba vacía y que no tenía un horizonte de hacia dónde ir. Yo necesitaba plantarme en un escenario o en un lugar al que yo pudiera pertenecer el resto de mi vida.
El Señor me mostró ese camino para bendecirme como lo ha hecho y me va muy bien. A mí no me falta nada; al contrario… He recibido tanto que me alcanza para compartir mis bendiciones con otras personas a mi alrededor, indica Enrique tras afirmar que las promesas de Dios no son como las que hacen los políticos en campaña, ya que se cumplen.
Desde hace 13 años está centrado en el ministerio de alabanza, música, adoración y predicación. Es director ejecutivo del Ministerio Católico de Arte y comunicación. Se define como un predicantor misionero. Mi ministerio ha tenido una aceptación tan grande que mi agenda siempre está llena. El Señor me ha llevado a este camino y me ha abierto un horizonte sin límites.
Aniversario. Enrique ha hecho un paréntesis en su vida ministerial para lanzar el disco doble El tío Enrique 25 años después, con el cual celebra el 25 aniversario del lanzamiento de producción músico-teatral La casa del río Enrique (1988). El álbum incluye Los duendes y el tío Enrique, que salió al año siguiente. Es una producción de 25 temas con la que rescatamos estos cantos hermosos para dejarlos como un legado al cancionero infantil dominicano.
El disco incluye las canciones Ansias de volar y Venceré la obesidad, grabadas en español e inglés. Esta última surgió por un pedido que le hicieron las pediatras dominicanas Ana Rita y Carmen Lazala, quienes trabajaban en el New York Presbiterian Hospital.