Laboratorio Nacional. Personas aglomerados en la puerta esperando por entrar a hacerse la prueba del covid 19. Hoy/Fuente Externa 20/07/20
Desde el tráfico de influencias, rumores de escasez y la aglomeración de personas, son algunas de las situaciones que deben sortear aquellos que deciden ir al Laboratorio Nacional a realizarse la prueba del covid-19 en la capital.
En el día de ayer estas eran las quejas que casi a coro externaron cientos de personas sospechosas de portar el virus covid-19, que bajo el candente sol, aguardaban en una imaginaria fila para poder entrar al recinto de Salud Pública.
“Aquí hay personas que están llegando ahora y solo llaman por teléfono y dicen “estoy aquí afuera”, entonces viene un seguridad o empleado y los entra sin hacer la fila, dijo enojado José Alberto Pérez quien hizo su cita 15 días atrás, había llegado a las 5:30 de la mañana y cercano al mediodía seguía imposibilitado de pasar.
Otros como Isabel Reynoso consideraron un abuso y una burla que gente con visibles problemas de salud intentaban acceder a la prueba y luego de horas de espera alguien desde adentro vocifera: “Se acabaron las pruebas”.
“Quien no tenga un padrino aquí no podrá hacerse la prueba. Yo también estoy desde esta madrugada esperando y no me han dejado entrar, en cambio otros los buscan y lo entran de mano”, agregó Reynoso.
Mujeres con niños en brazos, adultos mayores dificultados de caminar y jóvenes de diferentes edadescon sus rostros cargados de preocupación mantenían la vista perdida hacia las paredes del Laboratorio de Salud Pública, copaban las aceras de las calles Santo Tomás de Aquino, Santiago y parte de la Wenceslao Álvarez, esperando que alguien les atienda.
Unos, quizás mareados por la agobiante y desesperanzadora espera, atinaban a recostar sus cabezas de la malla ciclónica que bordea el recinto, en busca de ganar algo de fuerzas en una especie de simulacro de descanso.
Lentitud en la entrega de resultados. Otra odisea que deben experimentar, (típica de muchas instituciones públicas) es la de conseguir los resultados. Para muchos, importante, pues en sus lugares de trabajo se las están exigiendo. Sin embargo, el sufrimiento para lograr la entrega de dichas conclusiones, es similar al riesgo de infectarse, en caso de salir “negativo”.
En medio de las quejas una joven de nombre Oscarina De Castro, buscando mostrar la mejor cara de la institución, dijo que el proceso de entrega de resultados “va bien” y que la persona encargada “iba a salir en breve”, lo que de inmediato fue desmentido por Jeremías Cabrera, un señor de avanzada edad quien expresó tener 10 días yendo a buscar unos resultados y aún no se le ha entregado nada.
“Estoy buscando los resultados de una persona. Estoy desde las 5 de la mañana a esta hora aún no te dicen nada. Ni información te dan. Ella está mintiendo”, dijo con enfado Cabrera entre la multitud.
Las críticas llovían a las autoridades que no les preocupaba la falta de protocolos y el desorden reinante. “Esto es sálvese quién pueda. Aquí los pobres no valemos nada”, gritó Ramón Ortíz