POR FERNANDO QUIROZ
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo ayer que cualquiera que sea el Papa elegido en sustitución de Juan Pablo II debe pensar que América Latina es el continente que concentra la inmensa mayoría de los católicos en el mundo.
Al responder a periodistas sobre la posibilidad de que un cardenal latinoamericano sea electo Papa, como se menciona, incluido su nombre, el arzobispo de Santo Domingo dijo que todo es conjetura hasta que se reúnan en Roma los 117 cardenales que tienen facultad de votación.
Adelantó que no tiene simpatía por nadie y que votará a conciencia por quien considere debe ser el más indicado.
«Se van a reunir en Roma», explicó, «cardenales de todos los continentes», pero aclaró que él no se siente en capacidad de decir: «Es éste o aquel».
Previamente, en una homilía en la catedral de Santo Domingo, López Rodríguez llamó al pueblo dominicano a orar para elegir al sustituto del Papa como la Iglesia Católica lo necesita.
Pidió luz y serenidad hacia la elección del nuevo Papa. «Haré lo que me corresponde junto a mis hermanos cardenales», dijo el prelado dominicano, a quien publicaciones internacionales mencionan como uno los papables junto a cardenales de Buenos Aires, Colombia y Honduras.
López Rodríguez fue ordenado sacerdote hace 44 años. Fue designado cardenal por Juan Pablo II el 28 de junio de 1991.
«El espiritusanto nos dirá quién debe ser el elegido. Entre esos 117 está el futuro Papa», insistió.
López Rodríguez parte hoy a Roma en un viaje de cerca de un mes para participar en los funerales del Papa Juan Pablo II, fallecido el sábado a la edad de 84 años.
Resaltó la admiración del Papa por México y República Dominicana, lo cual manifestó en varias visitas.
Habló tras oficiar una misa en compañía de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
En nuevo Papa, dijo, debe continuar con el trabajo de Juan Pablo II, a quien definió como un gran defensor del ser humano. Asimismo, defendió la causa de la paz, los jóvenes y de la vida.
Al nuevo Papa, indicó, le corresponderá en agosto próximo un evento mundial con la juventud.
Gracias a su liderazgo, están entre sus conquistas el derribo del muro de Berlín, cese de la guerra fría. Además, el acercamiento con las otras religiones, dialogando con todos los otros líderes religiosos, como musulmanes y budistas.
«La agenda de Juan Pablo II es interminable y en buena parte está todavía pendiente de realización y ejecución», agregó.
El arzobispo de Santo Domingo dijo que Juan Pablo II era «el gran amigo y defensor de la humanidad».
Consideró que el reto del nuevo Papa es continuar lo que este pontífice ha empezado, sobre todo el tema de la paz, diálogo religioso, la pobreza en el mundo, la discriminación de un pueblo con otro.