Barcelona.– El expresidente de la región de Cataluña Carles Puigdemont, perseguido por la Justicia española por rebelión y sedición, dijo hoy estar dispuesto a “correr el riesgo” de volver al país para ser investido de nuevo tras los comicios autonómicos del 21 de diciembre.
Sobre Puigdemont, que hace semanas se instaló en Bruselas, pesa una orden de detención del Tribunal Supremo español por impulsar un proceso independentista, motivo por el que fue cesado por el Gobierno español tras una declaración ilegal de independencia del Parlamento catalán el 27 de octubre.
En rueda de prensa por videoconferencia desde la capital belga, Puigdemont mostró su confianza en que si es investido “pesen más los votos que las esposas”, ya que es candidato en los comicios de la semana próxima al frente de una lista con algunos de sus exconsejeros del Ejecutivo, también destituidos, y personalidades de la sociedad civil.
Puigdemont subrayó que las urnas del 21 de diciembre deben servir para restituir al anterior Ejecutivo, que él dirigía con presencia de dirigentes de ERC – republicanos de izquierdas – cuyo líder, Oriol Junqueras, está en prisión provisional por los mismos delitos que se achacan al expresidente.
Pese a que ERC apunta que su candidato a la presidencia es Junqueras, Puigdemont aseguró que no existe “ninguna discrepancia» con ese partido en “querer mantener el Govern (catalán) ilegítimamente e ilegalmente destituido” por las medidas constitucionales aplicadas por el Gabinete español.
Afirmó que sin “ninguna duda” irá a Cataluña “si la decisión de los catalanes es que me invistan presidente». Días atrás Puigdemont descartó volver a España para la campaña electoral, aunque sí abrió la puerta a hacerlo para recoger su acta de diputado autonómico.
Hoy, sin embargo, dijo que le gustaría volver antes del día 21 para poder votar, pero aclaró que le condiciona la orden de arresto. La semana pasada el juez del Supremo que instruye su causa mantuvo la orden de arresto si pisa España pero dejó sin efecto la orden internacional, por lo que Puigdemont ya no tiene relación con la Justicia belga.