Tras ser juramentado como miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, el jurista, académico y escritor Carlos Salcedo afirmó que a lo largo de la historia la literatura ha desempeñado un rol crucial en la crítica y transformación de los sistemas jurídicos, cuestionando sus estructuras y denunciando sus miserias.
Dijo que este arte de la expresión verbal no solo sensibiliza y ayuda a los operadores jurídicos a desarrollar habilidades interpretativas y argumentativas necesarias para enfrentar dilemas éticos y legales complejos, sino que además “educa a la ciudadanía fortaleciendo la opinión pública como un motor de cambio democrático”.
Salcedo, quien pasó a ocupar el asiento dejado por el laureado poeta y escritor Lupo Hernández Rueda, sostuvo que este potencial de la literatura permite avanzar hacia un sistema jurídico que respete la dignidad y los derechos de todos. “En definitiva, la literatura y el derecho son aliados indispensables en la búsqueda de justicia y equidad. Mientras el derecho organiza la convivencia, la literatura humaniza y complementa este esfuerzo, revelando las fallas del sistema y ofreciendo nuevas formas de pensar y actuar”, explicó.
Agregó que la literatura también es una herramienta transformadora que, “al imaginar más allá de la realidad, ayuda a construir un mundo donde los derechos no solo sean proclamados, sino también respetados y vividos”.
Refirió que desde las narrativas de Kafka y Dostoyevski, hasta obras contemporáneas como “Una novela criminal” (Premio Alfaguara 2018) de Jorge Volpi, la literatura ha expuesto las fallas de los sistemas judiciales “revelando cómo a menudo se convierten en instrumentos de opresión en lugar de ser garantes de justicia”.
El nuevo miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua destacó que autores formados en derecho como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz y Miguel Ángel Asturias han utilizado sus obras para abordar conflictos éticos y jurídicos.
Señaló que ese cruce interdisciplinario dio origen a la corriente “derecho y literatura”, destacada por François Ost, que analiza cómo la literatura reimagina la justicia, el poder y los derechos.
“Obras como Crimen y castigo, El proceso o Yo acuso, no solo reflejan la opresión burocrática y los abusos judiciales, sino que también promueven la reflexión sobre la responsabilidad moral, los límites del poder y la dignidad humana”, señaló Salcedo durante su discurso como miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, afiliada a la Real Academia Española.