El humor es una parte esencial en la vida del humorista dominicano Carlos Sánchez. Este arte, conjuntamente con su adorada familia, representa su vida.
“Yo soy de la filosofía de que uno tiene que disfrutar la vida, reírse de la vida y que cualquier situación, por trágica que sea, uno puede liberarla a través de un chiste. Yo pensaba eso antes de vivir del humor, y ahora que vivo de él es como mi filosofía de vida llevada al trabajo. Es muy divertido y gratificante”, aseguró Sánchez quien esta noche presenta su show “Criando carajitos” en Hard Rock Café.
Al difícil arte de hacer reír el comediante se ha dedicado desde el 19 de diciembre de 2002, cuando hizo su primer show de “Stand Up Comedy”, presentación de la que según recuerda ni siquiera le pagaron.
Con el paso de los años, se fue haciendo un nombre y hoy reconoce que se puede cubrir los gastos de su casa haciendo chistes familiares.
Sánchez tiene la satisfacción de haber compartido el escenario con algunas de la figuras más consagradas del humor dominicano, entre ellas Cuquín Victoria, pues esto es algo que nunca se imaginó cuando siendo un muchacho veía sus programas en la televisión.
“Cuando uno los veía a través de la pantalla como que los idealizaba y cuando de repente los tiene al lado de ti es chulísimo”, indicó.
Otra cosa que ha sido de su total agrado es que los más jóvenes se le acerquen para pedirle ayuda y consejos. “Desde hace muchos años los jóvenes se me acercaban y yo les prestaba mis libro de humor, y luego ellos me enviaban sus rutinas por correo y yo se las revisaba. Esos grupos luego se lanzaron en un grupo de comedia que se llamó “La Guagua”. Después cada quien siguió su camino y han salido otros jóvenes. Hasta cierto punto esto se inició conmigo”, señaló Sánchez tras agregar que eso es algo gratificante.
Su show. “Criando carajitos” será presentado esta noche y el domingo próximo. La parte principal serán los chistes sobre sus hijos, Sophie y Jean-Luc, e incluye rutinas sobre su esposa Paola y algunas situaciones que le ocurren a los dominicanos y sobre la cultura.
¿Y de ti? le preguntamos. A lo que responde que dirá algunas cosas que le ocurren siendo padre y de cómo ha ido solucionando los problemas en el camino.
En “Criando carajitos” no habla de política ni de religión, pues es “un show para que la gente vaya a reírse y a divertirse”.
La presentación dura aproximadamente una hora y media.
El humorista aseguró que su esposa no se molesta con los chistes que hace sobre ella. “Eso es como un homenaje que les hago a ellos. Mi mamá también se sentía bien cuando yo hacía chistes de ella”, aseguró Sánchez, quien es abogado de profesión, una carrera que empezó a ejercer cuando era estudiantes en el departamento de Cobros Compulsivos en una oficina de abogados.
Sus rutinas. A Carlos le lleva un tiempo hacer los chistes. Hay rutinas que le surgen en un parpadeo y hay otras que se les hace tan difícil concretizarlas que incluso tiene que dejarlas de lado.
El mejor momento para escribir sus chistes es la 5:00 de la mañana, unas horas antes de empezar a atender a sus hijos, o tarde en la noche. “En ese momento estoy súper concentrado. Después de comida yo no sirvo para nada, en ese horario hago lo menos posible, no pongo reuniones, no trabajo nada porque mi cerebro a esa hora como que está apagado. A partir de las seis me reactivo”, afirmó.
Está creciendo. Carlos consideró que este arte está en un buen momento y que está creciendo mucho en el país, debido a que los productores se están interesando mucho y producen espectáculos de humor.