Para la libertad
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas, y entro en los hospitales, y entro en los algodones como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos, de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida. Miguel Hernández
Queridos nuevos legisladores:
Durante varios días la prensa nacional se ha hecho eco de que al Congreso de la República Dominicana irá una nueva generación, especialmente en la Cámara de Diputados. Estos adultos jóvenes, ensu gran mayoría en la treintena, sustituirán a viejos legisladores que no pudieron mantener sus curules.
La sociedad ha aplaudido esa renovacióngeneracional en el Congreso y ha celebrado que los diputados más votados fueron, en primer lugar, José Horacio Rodríguez y en segundo lugar OmarFernández.
¡Un gran mérito! Es la primera vez que estos profesionales acudíancomo candidatos y no solo ganaron, sino que obtuvieron las más altasvotaciones. Dicho sea de paso, ambos graduados de abogados en mi queridaPontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Siempre he creído en la juventud, por eso nunca he dejado de ser maestra. Apuesto al cambio generacional, apuesto al futuro; es más, siempre he dicho que los grandes héroes y heroínas que tiene la historia de nuestro país han sido jóvenes, muy jóvenes.
Quizás porque la juventud, por su naturaleza es atrevida y tiene fuerzas para empujar y para trabajar intensamente. Nosotros los que ya estamos en la categoría de adultos mayores,por no decir viejos, pensamos cada uno de nuestros pasos porque llevamos sobre los hombros muchos fracasos y frustraciones.
Sin embargo, y aquí va mi preocupación.Ser joven no es igual a ser ético, luchador por el cambio, transparente, recto, íntegro y respetuoso de las leyes.
El hecho de que el proceso de contabilización de los votos en la Junta del Distrito fuera más que tortuoso y violento (¡Gracias, gracias, mil gracias guardianes de la democracia!), es una evidencia de que muchos jóvenes (electos, candidatos y delegados) están bañados con la práctica tradicional del clientelismo, del conflicto y del irrespeto a la norma. El caso del joven delegado del PLD que tuvo que confesar que trastocó varias actas para favorecer a su madre es la evidencia más fehaciente de lo que estoy diciendo.
Peor aún, el Tribunal Superior Electoral ha dictaminado que en varios municipios es necesario elrecuento de votos. ¿Ustedes creen que esto es posible?
Siempre he apoyado a la juventud.
Hedefendido durante toda mi larga vida que soy maestra porque creo en los jóvenesy en su capacidad de transformar la realidad. Nuestra historia lo evidencia.Los héroes y heroínas que honramos eran muy jóvenes cuando decidieron entregar sus vidas y sus bienes por la construcción de nuestra república y por la lucha libertaria bajo la dictadura de Trujillo.
Yo, esta vieja maestra que vive en el atardecer de su vida, quiero, sueño, aspiro, deseo imploro a los jóvenes legisladores que rechacen como ejemplo contundente los privilegios exagerados que conlleva el cargo. Ya algunos lo han hecho.
Den el ejemplo, rompan con ese ciclo maldito del dolo y del aprovechamiento del puesto para beneficio personal.
Yo, esta vieja maestra que vive en el atardecer de su vida, quiero, sueño, aspiro, deseo imploro a los jóvenes legisladores, que sean críticos, incluso con las directrices de sus respectivos partidos. Sean capaces de cuestionar, de criticar, de exigir, pero para hacerlo deben dar el ejemplo.
Yo, esta vieja maestra que vive en el atardecer de su vida, quiero, sueño, aspiro, deseo imploro a los jóvenes legisladores, quiero que dignifiquen el Poder Legislativo, para que se convierta en un verdadero contrapeso del Ejecutivo.
Que su función no sea darprebendas, como hasta ahora en que su sede está asediada por aquellos que notienen cómo mejorar sus condiciones. Exijan a la instancia correspondiente del Estado que cumpla con la función social de mejorar las condiciones de vida.
Yo, esta vieja maestra que vive en el atardecer de su vida, quiero, sueño, aspiro, deseo imploro a los jóvenes legisladores, solo busco que ustedes alienten mi esperanza, nuestras esperanzas, porque estamos cansados de esta vida política en la que los tres poderes del Estado se han convertido en pasteles y trofeos de los que triunfan.
Yo, esta vieja maestra que viven en el atardecer de su vida, quiero, sueño, aspiro, deseo imploro a los jóveneslegisladores cumplan con su función con ética y comedimiento.
Yo, esta vieja maestra que viven en el atardecer de su vida los estaré observando, porque si veo señales contrarias levantaré mi voz hasta quedar sin voz y sin aliento.
Finalizo con un bello poema de MarioBenedetti que alienta a los jóvenes a luchar por nuevas utopías.
¿Qué les queda a los jóvenes?
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
En este mundo de paciencia y asco?
¿Sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
También les queda no decir amén
No dejar que les maten el amor
Recuperar el habla y la utopía
Ser jóvenes sin prisa y con memoria
Situarse en una historia que es lasuya
No convertirse en viejos prematuros
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
En este mundo de rutina y ruina?
¿Cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
Les queda respirar, abrir los ojos
Descubrir las raíces del horror
Inventar paz así sea a ponchazos
Entenderse con la naturaleza
Y con la lluvia y los relámpagos
Y con el sentimiento y con la muerte
Esa loca de atar y desatar
¿Qué les queda por probar a los jóvenes
En este mundo de consumo y humo?
¿Vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
También les queda discutir con dios
Tanto si existe como si no existe
Tender manos que ayudan, abrir puertas
Entre el corazón propio y el ajeno
Sobre todo les queda hacer futuro,
A pesar de los ruines de pasado
Y los sabios granujas del presente