Carta Abierta para los directivos del Show del Mediodía

Carta Abierta para los directivos del Show del Mediodía

Apreciados señores:

El pasado día 23 temprano, recibí llamadas de algunos amigos para informarme que desde su programa se había hecho una acusación grave en contra mía.

Luego, al revisar con mi tableta el contenido de dicho programa, en el que se tildó a la distinguida periodista investigadora Nuria Piera de “mentirosa”, el Emisor, que responde al nombre de Salvador Sánchez, tuvo el atrevimiento de anunciar “a último minuto” que el suscrito había sustraído documentos y soportes tecnológicos de computadoras que justificaban los gastos del PRD; utilizando para ello la Jeepetta de un diputado de apellido Encarnación, los que supuestamente guardo en mi casa, con seguridad privada.

Dicho sujeto, en diálogo con el nombrado Iván Ruíz, enseñó, como única supuesta prueba de su acerto, la grabación de una Jeepetta negra por detrás, con el infortunio de su parte de que si bien he oído hablar bien de un legislador con ese apellido, jamás le he dirigido la palabra, ni mucho menos he utilizado su vehículo.

Como es bien conocido de muchos, ya que fue televisado, accedí al principio del 2014 a la Casa Nacional del PRD, solo y por la puerta de enfrente, en mi calidad de Vicepresidente de esa entidad para participar responsablemente en una reunión del Comité Ejecutivo Nacional que estaba convocada, con ánimo de decir “mi verdad” sobre la crisis de esa organización.

Como se sabe, había unos pistoleros armados al servicio del presidente Vargas Maldonado, pero yo, logré entrar y me quedé, tratando de poner el orden, y protegí a un francotirador que estaba apostado en el techo, de donde fue atrapado y bajado, por lo que obtuve su liberación. Después me retiré solo, a la vista de todos, a pies sin nada en la mano, como está registrado por los reporteros gráficos que lo presenciaron y me entrevistaron.

Es una pena que un gran partido de principios haya sido despojado de dignidad y se pretenda recurrir a una vil tramoya para justificar la distracción de más de mil doscientos millones de pesos provenientes del erario, y peor que un pretenso comunicador se preste a desempeñar el triste e infantil papel del señor Sánchez en ese programa, que sin respeto al que fue una columna de la TV nacional caiga en la injuria y la difamación.

Por este medio les pido encarecidamente que esta carta aclaratoria sea leída en su programa, sin desmedro de la acción judicial que pienso mover contra él o los responsables de este acto digno de un estercolero humano.

En una pronta oportunidad responderé puntualmente a la mención que hicieron de mi nombre los detentores de las siglas del PRD en esa misma fecha con las correspondientes.

Es una vergüenza que la política y el periodismo dominicano hayan caído tan bajo, y que se pretenda quedar impune de semejante atentado a la honra de los ciudadanos.

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