Las defensas de José Ramón Peralta y Donald Guerrero, principales imputados en el caso Calamar, se pararon ayer “en dos patas” ante la jueza interina del segundo juzgado de la instrucción Franchesca Potentini, para rechazar las pretensiones del Ministerio Público de que se reinicie el debate sobre su solicitud de prórroga para el depósito de la acusación, cuyo plazo venció.

Con ese fin, presentaron varios incidentes. Uno de ellos fue solicitar a la magistrada Potentitini declarar “falta de objeto” la discusión sobre el tema de la prórroga; o inadmisible el nuevo pedimento del órgano acusador, “por ser cosa ya juzgada”, toda vez que antes de ser recusada la jueza Lee Florimón dijo que tenía hecha y subida al sistema VIAFIRMA su sentencia sobre la prórroga de marras.

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De su lado, la defensa del imputado Gonzalo Castillo planteó la supuesta incompetencia de la magistrada Potentini para conocer del proceso a todos los encartados en Calamar, afirmando que su designación era solo para lo atinente a la Resolución de Peticiones de Peralta, por lo que fue recusada la jueza Lee Florimón, a quien ella sustituyó.

Luego de que todos estos incidentes fueron rechazados por el tribunal, la defensa de Ana Linda Fernández de Paola, la imputada de 80 años de edad que se dializa tres veces a la semana, solicitó el aplazamiento de la audiencia alegando que su cliente no resistía tanto tiempo sentada.

Alrededor de las 3:00 de la tarde, la audiencia que inició a las 9:00 de la mañana fue aplazada por la magistrada Potentini, hasta el 8 de abril próximo.

La defensa de Peralta la integran los abogados Pedro Balbuena, Emery Rodríguez y Santiago (Chago) Rodríguez.

La de Donald Guerrero, Eduardo Núñez, Manuel Rodríguez, Laura Rodríguez, Mario Aguilera, María del Pilar Zuleta, y Reynaldo Ramos.

Castillo tiene a Laura Acosta y a Luis Rivas.