El archivo definitivo del expediente sobre alegada corrupción contra el ex Ministro de Obras Públicas Víctor Díaz Rúa, emanado del Cuarto Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, deja de lado el revanchismo político, la lucha partidaria interna, hace prevalecer el Estado de Derecho y limpia una imagen personal ensuciada por la diatriba rumoreada.
La imputación provino de una denuncia interpuesta por Freddy Aguasvivas, representante de la Fundación Primero Justicia. Otra entidad similar se adhirió a la acusación, pero retiró la querella. El Cuarto Juzgado conoció recientemente una solicitud de Díaz Rúa, quien pidió la declaratoria de nulidad de la investigación realizada por la Fiscal del Distrito.
Los juristas del exministro del Presidente Leonel Fernández, habían pedido al tribunal dejar sin efecto las actuaciones de la fiscalía, argumentando que se violentaron derechos fundamentales de su cliente. Distintas fuerzas organizadas han celebrado el fallo del Juzgado de la Instrucción, ,por detener una persecución política.
Igualmente, la Cámara de Cuentas aprobó los informes de auditorías practicadas a la gestión de Díaz Rúa (2008-2012), al asegurar que “los estados de ejecución presupuestaria antes mencionados presentan razonablemente, en todos sus aspectos materiales, los ingresos recibidos y desembolsos realizados de conformidad con las Normas de Contabilidad aplicables al Sector Público, emitidas por la Dirección General de Contabilidad Gubernamental (DIGECOR) y contenidas en la Ley.
Si la Cámara se ha expresado así, no hay razones para insistir en un caso que tipifica la persecución aberrante, utilizada como ariete para dañar o destruir moralmente a quienes de manera legítima defienden el proyecto político al cual pertenece Díaz Rúa, quien -según las evidencias- manejó con pulcritud el erario desde Obras Publicas.