Caso Joshua Omar: Deterioro de la formación familiar y escolar facilita la criminalidad, afirma psicólogo

Caso Joshua Omar: Deterioro de la formación familiar y escolar facilita la criminalidad, afirma psicólogo

Al comentar la trágica muerte del joven Joshua Omar Fernández durante un asalto en la capital, el psicólogo clínico y director del Centro de Intervención Conductual para hombres de la Procuraduría General de la República, Luis Vergés, afirmó anoche que cuando no se asumen las tareas de la formación de los jóvenes en la familia, el resultado será un producto negativo para la vida en sociedad,

“La familia es la entidad de socialización primaria”, apuntó el experto, quien agregó que luego viene la escuela, pero esta se estructura bajo el cuidado de no sustituir el rol de la familia, lo que se explica porque donde la familia es fuerte y también la escuela, “no vamos a tener muchos problemas a nivel social”.

Explicó que la familia y la escuela son las dos instituciones que pueden capacitar a un individuo para formar valores como el respeto, el afecto, el cumplimiento de las normas, lo que lo prepara para vivir en sociedad.

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Entrevistado por Pablo McKinney en el programa “McKinney”, por Color Visión, Vergés advirtió “que cuando fracasan esos dos sistemas (la familia y la escuela) vamos a tener muchos problemas”.

Señaló que también están los medios de comunicación, que cobran mucha influencia sobre todo cuando se debilita la familia y la escuela, por lo que recomendó “tener cuidado con eso porque cuando se debilitan los sistemas básicos, hay otros sistemas de segundo orden que vienen a asumir roles muy peligrosos”.

Dotolcito
Joshua Omar Fernández Decena.

Recordó que con la revolución industrial, los padres se alejaron del hogar para ir a trabajar a las fábricas, lo que debilitó la convivencia familiar, pero ahora, con los medios de comunicación, “lo que tenemos es una revolución digital, sin precedentes, con más aristas positivas y negativas, que cualquier otra revolución, sin que la familia estuviese preparada para eso”.

Consideró que la familia se ha debilitado mucho, la sociedad vive una crisis ética porque valores fundamentales como la sana convivencia, la empatía, el respeto a los límites a las normas, carecen de una plataforma que los eduque para vivir en sociedad.

Vergés lamentó que la sociedad no conciba preparar a los individuos para ser padres a pesar de que se trata de la tarea más difícil, por lo que el tema no es objeto de ningún proyecto ni de políticas públicas.

Expresó que los cambios en la sociedad han implicado que el modelo de éxito se ha transformado, dando como resultado “una relajación negativa de lo que son las normas del verdadero éxito”.

“El verdadero éxito es la culminación de cinco principios fundamentales: talento, preparación, perseverancia, motivación y tener una buena base ética en valores”, explicó el experto en conducta humana.

Vergés advirtió que si no se hace conciencia de la redefinición del éxito replanteándola en función de esos cinco principios, la sociedad irá “de mal a peor”. El especialista aconsejó que los padres “tenemos que desmontar todas las falacias con las que nos están llevando a educar a nuestros hijos”, entre ellas la depresión, que definió como un trastorno mental que no surge del sacrificio ni la perseverancia en una meta, sino que es el resultado de alejarse de esas premisas.

Dijo que las patologías mentales son la consecuencia de que lo que los padres predican a los hijos, no es lo que a su vez ellos modelan, por lo que aconsejó que quienes quieran tener hijos disciplinados, laboriosos, éticos y saludables emocionalmente, “tiene que tratar de parecerse a eso y vincular a los hijos en entornos socio-culturales donde aparezcan esos valores también”.

Al examinar las causas de la proliferación de la violencia, robos, asaltos, asesinatos, Vergés dijo que cuando asoma una crisis para la que no se está preparado, “trae mucha incertidumbre. La incertidumbre eleva los niveles de ansiedad y la ansiedad debilita seriamente la fundamentación del ser humano para tomar decisiones”.

Un segundo elemento, manifestó Vergés, aspectos fundamentales como la empatía, la sensibilidad, se debilitan porque pandemias como el Covid-19 degradan esas cualidades del ser humano, entre las que citó que personas perdieron a sus padres y no pudieron despedirlos por las disposiciones contra el contagio.

Citó al autor israelí Amitai Etzioni para afirmar que se ha perdido el comunitarismo, lo que a su vez debilita la socialización de valores.

Violencia contra la mujer

Al abordar la continuidad de los feminicidios, Vergés informó que del año 2005 a la fecha más de 3,000 mujeres han sido asesinadas y más de la mitad de ellas por parejas y exparejas, revelando que ha sido predominantemente que el agresor es el hombre.

Eso explica, expresó el especialista, que de 27,000 prisioneros que hay en el sistema carcelario dominicano, 26,000 son hombres, mientras que de cada seis suicidios, cinco son hombres.

Aconsejó a los hombres que disocien “la masculinidad de la criminalidad” y que aprendan de las mujeres que ante adversidades y fracasos, incluso infidelidades y traiciones, no recurren al homicidio.

En el caso de República Dominicana, Vergés afirmó que se ha comenzado a trabajar para vencer la cultura de la violencia contra la mujer a partir de la aprobación de la Ley 24-97 en el año 1997, la creación del Ministerio de la Mujer y luego las procuradurías especializadas de protección de la mujer y la violencia intrafamiliar.

Consideró que es hora de que los padres de hoy comprendan que la violencia es un juego de suma cero que no trae nada positivo y que los esquemas de dominación y control de una persona sobre otra es lo que trae violencia.

Dijo que como parte del esfuerzo de formación, ya han intervenido a 60,000 hombres que han participado en el Centro de Educación Conductual, con 60 sesiones que se desarrollan en uno o dos años. A nivel de la escuela, se van integrando contenidos para formar en una nueva masculinidad.

Elogió los valores que se ha inculcado en los países orientales donde lo ético es crecer en la cultura del honor, que implica no hacerle daño al otro, mientras en Occidente es lo contrario. “Aquí cuando la gente siente su honor afectado, hace una explosión hacia afuera y otros tienen que pagar porque él siente su honor afectado”, lamentó Vergés.