Defensas técnicas de imputados continúan incidentando “por cualquier quítame esta paja” el juicio preliminar del caso Medusa que parece nunca acabará.

Ayer, la disputa con el juez Amauri Martínez la protagonizaron los abogados Valentín Medrano y Manuel Sierra, luego de que la nueva defensa del imputado Ramón Lucrecio Burgos solicitara el aplazamiento de la audiencia donde se conocería la oposición de algunos a la presencia del Estado como querellante y actor civil en el juicio.

Puede leer: Denuncian violan Ley Electoral con uso de recursos del Estado a favor de Ulises Rodríguez en Santiago

La razón fue pueril

El nuevo abogado Rafael Antonio Pichardo solicitó al juez aplazar la audiencia hasta el viernes a fin de que se le notifique la querella del Estado, a lo que no se opusieron ni el Ministerio Público.

El juez pidió a las partes (defensa, MP y abogado del Estado) acercarse a él en el estrado, y fue suficiente para que Medrano, defensa de la imputada Altagracia Guillén Calzado, “le entrara como la conga” al magistrado con una protesta a la que luego se adhirió Sierra, defensa de Alfredo Solano.

Ambos juristas acusaron al juez de una supuesta “clandestinidad procesal” y de conculcar los derechos de sus defendidos.

“En este proceso han estado presente de forma consuetudinaria a figura procesal penal internacional del Apartheid, y se están haciendo apartes con el juez para decidir asuntos que tienen que ser marginados del público pero no de nosotros que somos partes de este proceso. No sabemos qué se planteó o acordó ahí porque fuimos marginados”, dijo Valentín.

El juez fue tajante al responder: “aquí está siendo grabado absolutamente todo, eso ha sido una política del tribunal y por la máxima experiencia otros tribunales también lo realizan. Lo que se establece aquí ha sido planteado y justipreciado por las partes; o sea, que el tribunal no retiene ningún tipo de conculcación respecto a eso. Usted no tiene calidad para hacer un pedimento respecto a ello”.