El Ministerio Público continuó ayer dando pinceladas de las pruebas testimoniales que dan cuenta de lo que habría hecho Jean Alain Rodríguez, para estafar el erario desde la Procuraduría General de la República durante el período 2016-2020, en el que permaneció como titular del órgano de persecución.

De acuerdo con la acusación, desde que Jean Alain llegó a la Procuraduría General de la República se contrataron nuevos suplidores para el suministro de los alimentos a los distintos centros penitenciarios del país y fue desastroso para el sistema.

Indica que la mala calidad de los alimentos, “alimentos podridos, mal olientes, mareados, con gusanos, con insectos, y otras condiciones no aptas para el consumo humano”; remisión de conductos con cantidades y tipos de alimentos no entregados, utilización de nombres falsos y números telefónicos desconocidos por parte de los proveedores para evitar ser identificados, caracterizaron el negocio gerenciado desde la Procuraduría General de la República.

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Asegura que Jean Alain y los demás imputados en el caso Medusa tenían “pleno conocimiento” de la situación a través de informes que semanalmente le remitían los responsables de los centros penitenciarios, “los cuales los ponían al tanto de la aberrante situación y vicisitudes que tenían con las entregas de los insumos alimenticios”.

Agrega que los imputados se abstenían deliberadamente de tomar medidas para solucionar la problemática, por el contubernio que tenían con las nuevas empresas que pasaron a ser suplidoras.

De acuerdo con la acusación del MP las empresas proveedoras Getrant del Caribe, Inversiones Zwaziland, La Parasata Mercantil, Herrajes Rachel, Distribuidora Ropi, SRL, Comercial Viaros, SRL, Rogama, SRL, F&F Ezel Import, SRL, Ropalma, SRL, y Divamor Group, SRL, “aun teniendo los alimentos requeridos, de manera deliberada no se los despachaban a los centros penitenciarios”.