La Justicia estadounidense ha infligido un duro golpe al Partido Revolucionario Moderno (PRM) y a la aspiración de su candidato presidencial Luis Abinader de ganar los comicios del 5 de Julio, al pedir la extradición del nombrado Yamil Abreu Navarro, un influyente político sureño y excandidato a alcalde de esa organización, a quien acusa de encabezar desde la República Dominicana una poderosa red de narcotráfico vinculada al temible cartel mexicano de Sinaloa, que cometió crímenes en territorio de Estados Unidos.
El caso de Abreu Collado es bastante difícil de explicar para el opositor PRM, pues se trata de un individuo con una larga carrera política dentro de esa organización, reconocido en la región sur, especialmente en la provincia de Azua, debido a la ostentación de una riqueza sin origen conocido, capaz de financiar las principales actividades del partido opositor, que fue sindico en Las Lagunas, y aspiró a la alcaldía del importante municipio de Padre Las Casas en los comicios de marzo.
Abreu Navarro era un dirigente regional tan importante para el PRM, que Roberto Fulcar, el jefe de la campaña electoral de Luis Abinader, grabó un video promocional que circuló profusamente en las redes sociales, la radio y la televisión, exhortando a los electores a votar por su candidato en Padre Las Casas.
Entonces, ¿desconocía la alta dirección del PRM los antecedentes sinuosos y las actividades ilícitas del extraditable Abreu Navarro? ¿Acaso, este sujeto operaba aisladamente, sin supervisión ni control dentro del PRM? ¿Quiénes eran sus socios? Debemos pensar que no, pero estas interrogantes son difíciles de responder para un partido que aspira a gobernarnos. Aparentemente, nadie sabía en el PRM a qué se dedicaba Abreu Navarro.