San Salvador.– La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) concluirá hoy una reunión de cancilleres y representantes sin acuerdos sobre la violencia generada en medio de la crisis que vive Venezuela, debido a la ausencia de 7 de los 33 países que la conforman.
El canciller anfitrión, el salvadoreño, Hugo Martínez, aseguró durante una conferencia de prensa en San Salvador que según las normas de la comunidad, “los acuerdos en todas las instancias de la Celac se deben de tomar por consenso”, y por la ausencia de autoridades de Bahamas, Barbados, Brasil, México, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago, “no se puede tomar resolución».
Detalló que entre los países ausentes en el cónclave, solicitado por el Gobierno de Nicolás Maduro, algunos “no contestaron a la comunicación” y otros argumentaron “razones de agenda” para no asistir.
El jefe de la diplomacia salvadoreña detalló que hasta el momento Venezuela no ha realizado una petición concreta a la Celac y que la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, expuso de forma “detallada» la forma en la que el Gobierno de Maduro “analiza” la violencia en el país.
“No hay un comunicado, una declaración o resolución sobre la mesa” y “no sé si algún país” lo propondrá, dijo Martínez a la prensa durante una pausa de la reunión.
El canciller salvadoreño señaló que por la ausencia de los referidos países, esta reunión solo servirá para el “ablandamiento» del tema antes de la reunión ordinaria de la Cealc prevista para el 19 de mayo en República Dominicana.
“Las principales intervenciones (en la primera parte de la reunión) fueron en dirección a apoyar una salida (a la crisis en Venezuela) en el marco del respeto a la Constitución y de las instituciones”, por lo que “iremos con un ablandamiento del tema” a Republicana Dominicana, concluyó el canciller Martínez.
La solicitud venezolana de la reunión de la Celac surgió inmediatamente después de que 19 países pidieran en la Organización de los Estados Americanos (OEA) una cita de cancilleres para abordar la situación del país suramericano, a lo que el Gobierno de Maduro reaccionó con el anuncio de que Venezuela abandonará ese organismo hemisférico.
Todo esto en medio de un clima de agitación por una ola de manifestaciones antigubernamentales y hechos violentos que han dejado, al menos, un saldo oficial de 29 muertos, más de 500 lesionados y más de un millar de detenidos.
El Gobierno venezolano ha acusado a sus opositores de promover la violencia que ha causado estas muertes, varias de ellas en manifestaciones oficialistas u opositoras, provocadas por civiles armados.
La oposición, por su lado, responsabiliza a paramilitares armados por el Gobierno de provocar las muertes, incluso de personas que no participaban en las protestas.
Las manifestaciones se iniciaron luego de que el Tribunal Supremo venezolano dictara una sentencia con la que asumía las funciones del Parlamento, el único poder controlado por la oposición y, aunque ese fallo fue revertido dos días después, los opositores insisten en denunciar una ruptura del orden constitucional.
En las últimas cuatro semanas la oposición ha convocado más de una decena de manifestaciones para pedir elecciones que se han replicado en varias ciudades del país, afectado por una crisis económica que se traduce en la persistente y fuerte escasez de alimentos y medicinas.