Cementerio de Cerezas: Fragmentaciones & pedropablofernández/erotismo

Cementerio de Cerezas: Fragmentaciones & pedropablofernández/erotismo

En su monumental obra «Cementerio de Cerezas», que abarca 758 páginas, el poeta y publicista de la generación de 1970, Pedro Pablo Fernández, ofrece una selección de su poesía que abarca un período de 36 años, desde 1974 hasta 2010. Publicada en marzo de 2010 por la Editora Nacional del Ministerio de Cultura, esta obra reúne 28 libros, muchos de los cuales habían sido editados previamente en forma de cuadernos y plaquetas.

La poesía de Pedro Pablo Fernández se construye sobre un lenguaje recurrente donde la ciudad, el sexo, las matemáticas, la lluvia, los vegetales, los frutales y los signos actúan como significantes en una estrategia publicitaria autodenominada «pedropablofernández/erotismo», que define su estilo poético. Una poesía que abraza el concretismo brasileño.

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Realizar un análisis crítico de «Cementerio de Cerezas» no es tarea sencilla, debido al universo polisémico y esencialmente experimental que compone la obra. Por ello, es recomendable familiarizarse primero con sus partes antes de abordar el contexto global de la propuesta poética de Fernández. Por razones sentimentales, ya que edité la plaqueta «Fragmentaciones» en 1981, elijo este poemario como ejercicio de lectura pública.

En este poemario se emplea un lenguaje ambiguo, caracterizado por la segmentación sucesiva de códigos que dan paso a una hipercodificación armónica de las funciones lingüísticas del continuum de versos. Esto subvierte e incluso impacta a la aproximación a un lenguaje lineal: «Párrafo vegetal en mi prosa / árbol Naranja mal sentada tú has sido / Atmósfera / semen abierto / calendario con agua / Tubérculo / Músculo Abreviatura / Tu ventana con llovizna coma mimo el memo semen abierto calendario con agua / Pedazo de brisa / Símbolo caliente» (Pág. 97). Aquí se observa cómo las reglas fonológicas, léxicas y semánticas convocan un caos a través de un discurso antinómico que presenta la poesía como un ejercicio de escritura inadmisible desde una perspectiva tradicional.

En los textos de «Fragmentaciones» se aprecia una circularidad donde los extremos se encuentran. Este concepto del eterno retorno, característico de la filosofía de Nietzsche, implica aceptar que todos los eventos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras, se repetirán eternamente, permitiendo transformaciones en la disposición del significante que multiplican el significado y pluralizan la significación del poema.

Dulce la nomenclatura
del paisaje
asando mi
el alfabeto
y mi instinto instante

Gota de fruta Irrenunciable arena
Gramática de pez Baba melliza
Profundidad mía
Pública tierra
con incendios
(Pág. 92)

Este proceso nos remite constantemente a las técnicas articuladoras, permitiéndonos lecturas aleatorias y abordando el texto tanto horizontal como verticalmente. La autonomía del significante, dada su construcción fragmentaria, facilita la subversión de la sintaxis. Por ejemplo:

Periódicos Noticias húmedas
ITT UPI CHILE ALLENDE ASESI
CIA VIETNAM NADO IMPERIA
AMÉRICA LATINA LISMO POLVOS
MEDIORIENTE PARAMÍ LETELIER

Romántico el intestino delgado del paisaje

Allá zafra de crepúsculos Aquí tu sandía amable

¿Pólvora o pubis?

Pág. 119

Los textos de Pedro Pablo Fernández presentan una multidimensionalidad que fluye de manera introspectiva, infundiéndoles vida tanto individual como recíprocamente a la red de signos y códigos que los articula. Su discurso revela y critica una práctica escritural y estética burguesa, exponiendo la atomización social que toma como referente el poeta. En frases como «a esta hora a no ser las hierbas recuerda un crepúsculo», se percibe un mensaje semánticamente ambiguo que, al ser leído con atención, revela que son las hierbas las que no recuerdan, a esta hora, un crepúsculo; aunque, en realidad, es todo lo contrario.

En «Fragmentaciones», el poeta se esfuerza por manipular la expresión en busca de nuevos contenidos que, a veces, rozan el circunloquio absurdo para aquellos que son productos culturales incuestionables de una sociedad que impone una moral y una estética según los intereses de la clase dominante. Este fenómeno no excluye, obviamente, el amor. Sin embargo, en una franca rebelión, el poeta proclama: «amar es un pretexto con cataclismo», para luego conjugar su dicotomía.

A pesar del esfuerzo consciente de Pedro Pablo por manipular la realidad en la creación de sus textos, ocasionalmente surgen contradicciones con sus propios planteamientos sobre el amor que critica. Por ejemplo, al referirse a una mujer omnipresente, confiesa: «te nombro/ y la lluvia/ es una fábrica/ de palomas» (Pág. 101). Más adelante, capta el fuego geográfico del trópico ardiente.

Nosotros somos salsa de sol
metal de uva caliente
más allá del ella azúcar
Perros malditos
Sábanas ángulos

Media Palabra de pan
con madrugada somos
(Pág. 102).

El registro histórico no pasa desapercibido para el poeta, inmerso en un proceso dialéctico que resuena con una nueva perspectiva semántica. Abril, con su revolución y su guerra patria, ha dejado una marca indeleble, similar a la que afecta a casi todos los poetas que alzaron sus voces después de esos eventos. Sin embargo, en el caso de Pedro Pablo, su registro se aparta de la técnica fragmentaria y, aunque corre el riesgo de caer en lugares comunes, se encamina hacia una evolución más distante e histórica.

«Ahora te apagas (Go home yanqui)
(Grata mi chalina
en tu cantata pero)

En verdad eres sandalias
un ego con sandía
un poco de Abril
sobre este agrio
alejandrino de difuntos
una larga legaña
y todo ataúd
(Los muertos
son minerales
que avanzan
hacia el mar)»

El entorno citadino también juega un papel fragmentario en la construcción textual del poeta: «Las dos y media del lunes (Parece que va a lloviznadie) / Nublado mi tórax / La arena nos alquiló su ombligo / El mar / tan bien huele / a luz descalza soneto roto / avena maltratada / Ciudad máquinas automóviles masturbándose en el asfalto / Dialecto del lodo (Good night ladies and gentlemen)» (pág. 118).

En «Fragmentaciones», Pedro Pablo Fernández solidifica sus planteamientos teóricos, diseminados en revistas y suplementos literarios, cuestionando «esa práctica literaria incapaz de cuestionarse y/o revolucionarse a sí misma, pretendiendo cambiar el orden social mientras defiende las propias estructuras ideológicas de ese orden a través de las formas opresoras del lenguaje de la clase dominante.»

Al examinar los ejemplos que hemos propuesto, encontramos que la poesía de Pedro Pablo está influenciada y, por tanto, tiene deudas con la poesía concreta brasileña, que comenzó en Brasil en 1952 con el establecimiento del grupo Noigandres en São Paulo. Noigandres, conformado por Augusto de Campos, Décio Pignatari y Haroldo de Campos, rechaza en la práctica escritural cualquier teoría basada en la inspiración, la irracionalidad, el sentimiento y el sentimentalismo.

En contraste, la poesía concreta, según sus propios representantes, es más reflexiva y estructurada que movida por la emoción. En este sentido, es una poesía que se relaciona más con el espacio-tiempo y su representación visual, y no tanto con una concepción lineal y sucesiva del tiempo. Por ejemplo, el poema «Llueve»:

!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

(Pág. 99).

Finalmente, resulta notable que, en cada reedición de un mismo cuadernillo o libro, años después, los poemas aparecen como textos radicalmente diferentes, con cambios en la forma, tipografía y contenido. De esta manera, los críticos se encontrarán con libros que solo conservarán el título y, tal vez, algunos versos de la edición original.

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