El amigo y coterráneo Benjamín Silva Mercedes, abogado de profesión y acucioso investigador de los archivos del Ayuntamiento Municipal de San Pedro de Macorís, nos envió recientemente unas notas de la sesión de la Sala Capitular del 9 de marzo de 1914 en la que se trató las medidas de prevención para evitar la entrada a la ciudad de San Pedro de Macorís la peste bubónica detectada en La Habana, Cuba. Recordamos que hace 100 años San Pedro era el puerto más importante de la República Dominicana y que el comercio con Cuba era muy activo.
Citamos las notas: “Del Presidente de la Junta Provincial de Sanidad comunicando la aparición de la Peste Bubónica en la vecina ciudad de La Habana, y aconsejando en tal virtud los siguientes acuerdos: 1º- Abrir guerra a muerte a las ratas, pagando un tanto por cada ejemplar que de dichos roedores sea presentado a la Prefectura Municipal; 2º- activar por todos los medios el desarrollo de la Higiene Pública; 3º- Adquirir una cantidad de suero Yersin y… de … y 4º- Acordar la construcción de un barracón en la Isleta, para internar en él a los atacados en caso de presentarse en ésta la peste. Fue resuelto 1º- Contestar la comunicación en cuestión; 2º- Pagar a cinco centavos oro cada ejemplar de rata que se presente a la Prefectura Municipal y comunicar al Ciudadano Inspector de Sanidad que haga esfuerzos por activar aún más los servicios del Cuerpo a su mando, y 3º- Significar al Médico Municipal y a la Junta Provincial de Sanidad, que el Ayuntamiento tiene en Depósito en la farmacia Altagracia una cantidad de suero “Yersin”, pero que como ya hace algún tiempo que está en Depósito, desea este Concejo que dicho material sea examinado a fin de ver si aún está en condiciones de rendir los beneficios a que se dispuso”.
Página No. 71 del libro de Actas No. 11 del Ayuntamiento de SPM.
La peste negra o bubónica era una enfermedad -que rápidamente se convertía en epidemia y pandemia –, cuya etiología era la Yersinia pestis, transmitida por pulgas y éstas a los ratones que a su vez infestaban a los humanos. En febrero de 1914 se detectaron en La Habana 25 casos de peste en humanos, de los cuales murieron seis para un 24% y dos casos en pueblos cercanos. Un mes después se pudo detectar dos ratas pestosas en esa ciudad. Así mismo, en Santiago de Cuba, en junio de ese mismo año, se detectaron 10 personas con peste y cuatro en pueblos aledaños, y un mes después se detectó la peste en tres ratones.
La peste que se introdujo en Cuba procedía de las Islas Canarias que a su vez fueron afectadas por personas y ratas procedentes de Barcelona, España. Afortunadamente ni en Cuba hubo más casos y en San Pedro de Macorís no entró la peste con las medidas de prevención tomadas.
Este escrito lo hacemos al conmemorarse 100 años de las medidas de prevención tomadas por las autoridades de salud de San Pedro de Macorís.