Pekín. Tras un nuevo disparo de un misil intercontinental norcoreano, Estados Unidos exhortó a China a suspender todas las entregas de petróleo a Corea del Norte para intensificar la presión, a lo cual Pekín se niega.
En septiembre pasado, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU impuso una limitación del suministro de productos refinados.
Ahora el presidente estadounidense Donald Trump le pidió a su homólogo chino Xi Jinping que suspenda completamente el suministro de productos petroleros.
China es de hecho el principal sostén económico de Corea del Norte y prácticamente su único proveedor de petróleo. esa suspensión «sería un esfuerzo decisivo en los esfuerzos mundiales para frenar a ese estado paria», declaró el miércoles la embajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley. Sin embargo, China es reticente a cualquier embargo petrolero integral contra Corea del Norte.
Las estimaciones varían y desde 2014 China no ha publicado las estadísticas de exportaciones hacia Corea del Norte. La Agencia de Información Energética de Estados Unidos (AIE) estima que Corea del Norte consumió el año pasado 15.000 barriles por día, o sea la centésima parte de un país como Francia.
La mayor parte de ese petróleo proviene de China, que suministra a la única refinería norcoreana.
El suministro chino para por el «oleoducto sino-coreano de la Amistad» que parte de la ciudad fronteriza de Dandong. El gigante energético chino CNPC indicó que en 2015 que oleoducto podía transportar 520.000 toneladas por año.
Una gran parte del petróleo es utilizado y almacenado por las Fuerzas Armadas norcoreanas, en particular para el programa nuclear y balístico, estima Wang Peng, experto de la Universidad Fudan de Shanghai. «Después del abastecimiento de las Fuerzas Armadas y de los órganos gubernamentales, no creo que quede mucho» para la población, agrega.
«A corto plazo, una suspensión total del suministro de petróleo no afectaría en nada a los programes nuclear y balístico, ya que las Fuerzas Armadas tienen sus propias reservas estratégicas», opinaba en septiembre pasado Yuan Jingdong, de la Universidad de Sídney. El régimen «no se derrumbaría de forma súbita» pero la presión se complicaría con el tiempo debido a la falta de carburantes alternativos para las operaciones militares (camiones, lanzamiento de misiles, aviones…).
China teme un derrumbe de Corea del Norte que podría provocar una afluencia masiva de refugiados o una intervención estadounidense en su frontera.
Pekín teme también las reacciones norcoreanas, explica Daniel Russel, investigador dela Asia Society Policy Institute. «Para los chinos es imposible cerrar las válvulas y lo dicen claramente», dice Russel a la AFP.
«La prioridad de Xi Jinping es evitar el caos, no impedir que Corea del Norte tenga misiles nucleares intercontinentales», agrega. El vínculo entre los dos regímenes está muy deteriorada. En ese contexto una interrupción del suministro de petróleo «destruiría la relación entre los dos países», afirma por su parte Wang Peng.
China no puede optar por el embargo «pues no es seguro que sea capaz de afrontar las consecuencias y la reacción en cadena causada por una ruptura de los vínculos con Corea del Norte», sostiene Wang Peng.