Chuck Berry hizo último álbum bajo sus propios términos

Chuck Berry hizo último álbum bajo sus propios términos

En esta foto del 19 de enero de 1993, Chuck Berry baila en el escenario durante la gala presidencial para el presidente electo Bill Clinton y vicepresidente Al Gore en Landover, Maryland. Berry murió el 18 de marzo del 2017 a los 90 años. Su último álbum, “CHUCK”, sale a la venta el viernes 9 de junio. (AP Foto/Amy Sancetta, Archivo)

 Missouri. Chuck Berry hizo las cosas a su manera hasta su último álbum, un conjunto de 10 canciones que le tomó casi 40 años.

El músico originario de San Luis, considerado ampliamente como el padre del rock ‘n’ roll, anunció los planes para el álbum “CHUCK” el pasado octubre en su 90mo cumpleaños. La noticia adquirió aún más relevancia cuando Berry murió en marzo. El disco sale a la venta el viernes.

Es un final apropiado para el maestro de la guitarra que mezcló blues, R&B y música country en un sonido que dominó la década de 1950 y cambió por siempre el panorama cultural. Algunas de las nuevas canciones, como “Wonderful Woman” y “Big Boys”, tienen los mismos ritmos de éxitos más tempranos como “Maybellene” y “Roll Over Beethoven”. De hecho, una de las nuevas piezas, “Lady B. Goode”, ofrece la perspectiva de la mujer abandonada en su emblemática “Johnny B. Goode”.

Pero el hijo de Berry, Charles Berry Jr., dijo que su padre no se dispuso a hacer un álbum legado.

“Creo que este era simplemente su siguiente cuerpo de trabajo, solo que le tomó mucho más tiempo lanzarlo que sus otros discos”, dijo Charles Berry Jr., de 55 años, en una entrevista con The Associated Press.

Esto es un eufemismo. Jim Marsala, quien tocó el bajo en la banda de Berry por 41 años, dijo que el músico comenzó a trabajar en nuevo material poco después de lanzar su poderoso álbum previo, “Rock It”, en 1979.

Siempre marchando a su propio ritmo, Berry no tenía ninguna prisa. Pasó 10 años grabando canciones, riffs para canciones, o cualquier cosa que le ocurriera. Pero todo esto fue destruido en 1989, en un incendio en un estudio cercano a su casa en Wentzville, Missouri, un suburbio de San Luis.

En ese momento “no tenía nada”, dijo Charles Berry Jr. “Así que construyó otro estudio y volvió a trabajar, recreando y creando nueva música”.

Entretanto, Berry continuó actuando, con conciertos que incluyeron presentaciones mensuales por casi dos décadas en Blueberry Hill, un recinto en otro suburbio de San Luis, University City, hasta los 88 años. Marsala dirigía la banda, Charles Berry Jr. tocaba la guitarra, y el siempre impredecible líder dominaba el escenario, llevando a sus compañeros cada noche en un viaje que no podían anticipar.

“El show era completamente improvisado”, dijo Marsala. “Uno nunca sabía lo que venía después. Solíamos empezar con ‘Roll Over Beethoven’, ‘School Days’ y ‘Sweet Little Sixteen’, y a partir de ahí él tocaba lo que se le antojaba”.

Marsala se aseguraba de pararse a la izquierda de Berry para poder verlo mejor tocar y “saber en qué clave estaba”.

Charles Berry Jr. sonrió al recordar esos espectáculos.

“Él estaba arriba del escenario y empezaba a hacer cosas”, dijo. “Era como que, ‘OK, simplemente síganlo hasta donde vaya’“.

“CHUCK” fue un asunto de familia. Charles Berry Jr. tocó guitarra, al igual que su propio hijo, Charles Edward Berry III, quien cumple 23 años esta semana. Ingrid Berry-Clay, una de las tres hijas de Chuck, cantó y tocó la harmónica.

Con su padre cantó en “Darlin’“, una balada con tintes country que resuena como un mensaje final para sus hijos.

“Querida, tu padre se hace más viejo cada año”, canta Berry en inglés. “Los mechones canosos se notan más/Ven y posa tu cabeza sobre mi hombro/Mi querida, el tiempo se está pasando rápido”.

Como en el clásico de Berry, la letra de “CHUCK” es por momentos poética y por momentos juguetona. Y “Big Boys” suena como sus tempranas odas a las apetencias de los adolescentes: “Las chicas quieren quedarse y los chicos quieren jugar /Así que rocanroleemos hasta el amanecer”.

El impacto de Berry en la música es evidente, dijo Joe Edwards, propietario de Blueberry Hill y amigo cercano del músico. “Pero el hecho de que él cambió la cultura alrededor del mundo al reunir a chicos negros y blancos a través de la música fue un logro aún más grande quizás”, añadió.

“Es simplemente increíble la influencia que tuvo”.