Cientos de personas se manifestaron este domingo en Santiago de Cuba, segunda ciudad del país, al grito de «¡Corriente y comida!», para protestar por la escasez de alimentos y los prolongados apagones diarios en la isla, sumida en una profunda crisis desde hace tres años.
Según testimonios personales obtenidos por EFE y mensajes coincidentes en redes sociales, la protesta fue absolutamente pacífica e iniciada por un grupo de mujeres con hijos con demandas materiales, aunque también se escucharon gritos de carácter político como «¡Libertad!» y «¡Patria y vida!», el lema de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 (11J), las más numerosas en décadas.
La primera secretaria provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) en Santiago de Cuba, Beatriz Johnson, acudió al lugar para tratar de hablar con los manifestantes y fue recibida con escepticismo, aunque anunció la llegada inmediata de básicos a las bodegas (tiendas estatales de productos subvencionados).
Se trata de una de las mayores manifestaciones antigubernamentales registradas en Cuba desde el 11J, junto con las de las ciudades orientales de Nuevitas, en 2022, y Caimanera, en 2023.
Falta de electricidad
La manifestación en la segunda mayor ciudad de Cuba se inició sobre las 15:00 hora local (19:00 GMT), cuando un grupo de madres se echaron a la calle con sus hijos para demandar comida y leche para los menores en una barriada popular de la carretera del Morro.
Sus quejas se produjeron luego de un apagón de seis horas (de 7.00 a 13.00 hora local) y de que la corriente volviese momentáneamente, para fallar de nuevo poco después. A esas madres se les fueron sumando personas, entre ellas otras mujeres, vecinos y viandantes, hasta sumar varios cientos.
También acudieron al lugar varias patrullas, con agentes que se mantuvieron básicamente alertas y a la espera. Asimismo, se personaron agentes de la seguridad del Estado vestidos de civil.
Algunos policías instaron a los manifestantes a no grabar videos con sus celulares (aunque varios se difundieron por redes sociales) y también impidieron que la protesta se moviese hacia el parque Céspedes, como pretendían algunas de las madres.
Algunos manifestantes reportaron haber visto un dron sobrevolando la zona. No hay testimonios de detenciones durante la protesta.
Johnson llegó cuando ya había varios centenares de manifestantes y trató de calmar los ánimos, aunque muchos rechazaron su presencia y no prestaron atención a lo que trataba de decir la representante del PCC entre gritos de «mentira» y «muela» (discurso pesado y sin interés).
Ella, acompañada de otras siete u ocho personas y escoltada por policías, se subió entonces a la azotea de una casa próxima y anunció que a partir de este lunes iba a llegar a las bodegas el azúcar y arroz de marzo, pendiente aún de entrega, por la libreta de abastecimiento (cartilla de racionamiento). También leche gratis para cinco días, fruto de una donación.
Johnson se ofreció además a atender personalmente a los manifestantes en la colindante sede del Gobierno local y tomar nota de sus problemas y preocupaciones, pero aparentemente nadie acudió. La protesta se fue disolviendo de forma pacífica con el paso de las horas.
Más protestas
Se reportaron problemas de conectividad en el país, especialmente en Santiago de Cuba, hecho que en sectores opositores consideraron una acción deliberada gubernamental.
De igual forma, también se registraron movilizaciones en Palma Soriano (provincia de Santiago de Cuba) y Bayamo (Granma, también en el oriente). En los pasados días trascendieron otras protestas, aunque de menor escala, en varias localidades en el este del país.
Los medios oficiales no han reportado las protestas, aunque sí se han hecho eco de estos sucesos varios perfiles oficialistas en redes sociales.
Cuba llega más de tres años sumida en una grave crisis económica con escasez de básicos (alimentos, combustible y medicinas), inflación galopante, prolongados apagones diarios y una creciente dolarización, lo que ha provocado una migración sin precedentes y un fuerte descontento social.
Los apagones se han agravado en los dos últimos meses por las averías de las obsoletas centrales de factura soviética y falta de combustible, con tasas de déficit de hasta el 45 % en los momentos de mayor demanda. Los cortes suman más de 10 horas al día en muchas provincias del país.
La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y errores endógenos en política económica y monetaria han agravado en los últimos tres años los problemas estructurales del sistema cubano.
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