Amatrice .- Cinco días después de que un seísmo de magnitud 6 en la escala Richter azotara varias localidades del centro de Italia y devastara Amatrice, este municipio de unos 2.000 habitantes va recobrando un poco de calma.
Los equipos desplegados en este pueblo de la provincia de Rieti siguen levantando escombros con la intención de buscar posibles desaparecidos, ya sin la esperanza de hallar personas con vida y con la certeza de que el balance definitivo de muertos en el desastre está próximo a conocerse.
“En la zona tenemos datos que sobre todo se está estabilizando. No hemos encontrado nuevos desaparecidos, entonces, digamos que estamos llegando a la cifra definitiva”, dijo Paolo Baccari, uno de los responsables de este departamento, en declaraciones a Efe en Amatrice.
Hasta ahora, el número oficial provisional de fallecidos es de 290 muertos, según el último recuento anunciado hoy por la Protección Civil italiana.
El mayor número de defunciones se registró en Amatrice, donde 229 personas perecieron. Los días posteriores al seísmo, Amatrice mostraba una imagen desoladora.
Las primeras horas fueron de confusión, especialmente para los evacuados que mostraban su desconcierto porque en tan solo unos minutos se habían quedado sin casa.
Amatrice sufrió severos daños como consecuencia del seísmo, el centro histórico quedó completamente derruido y se perdieron muchos edificios históricos como la Torre Cívica, construida en el siglo XV, o el Hotel Roma, del siglo XIX y en el que se registraron una gran cantidad de muertes por la tragedia.
Pero hoy en Amatrice ya se aprecian los primeros signos de normalidad- se han restablecido algunos servicios básicos, las comunicaciones telefónicas han sido reparadas, hay menos ambulancias, menos personal de los equipos de rescate y menos medios de comunicación en el lugar.
“Si hoy uno echa un vistazo a Amatrice se da cuenta de que hay un poco menos de movimiento, un poco más de organización, todos se están concentrando en los últimos objetivos de búsqueda”, señaló Baccari.
Amatrice continúa sumergida en escombros, pero ya se van vislumbrando algunas de las antiguas calles transitadas por los vecinos de este pueblo, meta turística y gastronómica por su famosa “pasta all’amatriciana”, a base de tomate y bacon.