Cine criollo explora nuevos géneros

Cine criollo explora nuevos géneros

Según su definición, un género cinematográfico obedece al tema general de una película y sirve para la clasificación de esta. Pero ¿Qué significado o qué valor tiene para una industria emergente que más allá de su género popular, en este caso la comedia, otros tonos o estilos diversifiquen la cartelera de su pantalla grande?

Este cuestionamiento podría obedecer a varias premisas como son desarrollo de la industria, la extrapolación de cintas a latitudes extranjeras, la competencia en importantes festivales, la adquisición de premios o simplemente mejorar la calidad de una industria que coquetea con propuestas artísticas de notable calidad.

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2024

De continuar a ese ritmo, la industria, que ha crecido vertiginosamente gracias a la Ley 108-10 y a sus incentivos, dominicana realmente ocuparía un sitial artístico importante dentro de los países de la región, compitiendo con propuestas novedosas, ya que personal capacitado tiene en demasía.

Este año entró con buen pulso. Debutó por la puerta grande del cine el filme animado “Capitán Avispa”, el cual rompió el récord de asistencia el primer fin de semana de estreno logrando 26,800 admisiones, por lo que se habilitaron nuevas tandas y salas. La cinta de Juan Luis Guerra, dirigida por Jean Guerra, contó con voces de artistas como Luis Fonsi, Juanes y Joy Huerta.

La industria dominicana también creció con su primera apuesta de conflicto bélico, sobre una dominicana que salió huyendo de Siria en plena guerra. El emotivo documental de guerra “Por eso vengo al río”, del cineasta Fernando Blanco, es una producción local que le regaló un gran momento a la pantalla.

También se estrenó el drama romántico “Safari” de Juan Antonio Bisonó, con matiz de suspenso. Asimismo, debutaron filmes como “Insular” y “La cigüeña”, bajo la misma línea. La taquilla también se centró en la película religiosa “El poder de la iglesia II”. Tres de estos filmes fueron exhibidos por primera vez en el Festival de Cine Fine Arts. En medio de esta novedad, la comedia y el drama han ocupado gran parte del pastel.

2023

La cinta “Croma Kid”, dirigida por Pablo Chea y protagonizada por Nashla Bogaert, con una mezcla de fantasía y drama, tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Rotterdam y fue seleccionada para participar en la edición 67 del BFI London Film Festival en la sección “Create”. Aunque poco conocida, también se suma otro crédito como “Convivencia”, un filme calificado por el critico José Rafael Sosa, como un thriller psicológico atrapante”, que no apostó a lo fácil y/o predecible.

Más allá de la diversificación de géneros, durante el 2023, la industria cinematográfica dominicana generó un importante impacto económico, contribuyendo con RD$10,197 millones a través de 120 producciones, de las cuales 75 fueron nacionales y 45 extranjeras; consolidándose el país como un destacado agente coproductor en el ámbito cinematográfico internacional. El título “El año del tigre”, una coproducción con Perú, es una muestra de eso también.

2022 y 2021

El 2021, por solo mencionar una referencia en el tiempo, la cinematografía local apostó al drama con ejecuciones precisas, en la que destaca “Hotel Coppelia” de José María Cabral como una de las mejores producciones dramáticas, con contexto histórico, que tiene el cine dominicano. Para el año siguiente sí hubo mucha comedia, drama y documental, pero además guiños en otros géneros como la combinación de suspenso, terror y fantasía a través de “Jupía”, bajo la producción de Leticia Tonos y Julietta Rodríguez.

Otros géneros

“La gunguna” de Ernesto Alemany con líneas de humor negro, combina crimen y comedia, 2015; cuenta con un reparto de lujo y la base de datos más popular en Internet en torno a la cinematografía, IMDb, la califica con un 7/10. Terror en el “Hoyo del diablo” de Francis El Indio, 2012, mientras que el cine histórico y político se refleja en “El teniente amado”, 2013, “Trópico en la sangre”, 2010, “Hotel Coppelia”, entre otras piezas similares.

Sin dudas, estas apuestas no solo mejoran la industria en términos de calidad y diversificación, también incrementan los ingresos económicos, atraen nuevas miradas y talentos, mejoran la competitividad, y en sentido general fortalecen un sector que corre firmemente en buena dirección.