Las infecciones del tracto urinario (ITU) son enfermedades que también aparecen en los niños, pero son más comunes en adultos. No obstante, las cistitis son más frecuentes en las niñas y también en los niños no circuncidados. Existen dos tipos: infecciones de zonas bajas, denominadas cistitis, y en zonas altas, pielonefritis.
Esta ocurre cuando las bacterias llegan a la uretra desde el ano, por lo que es más frecuente en niñas, ya que está más cerca. En ocasiones, puede llegar al riñón a través de la sangre.
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Aunque existe la creencia de que son más frecuentes en verano, el vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), el doctor Pedro Gorrotxategi, explica a EFEsalud que “no está directamente relacionado”.
“No tiene por qué ocurrir en verano con más frecuencia, pero algunas actividades pueden favorecer su aparición. Mantenerse con el bañador mojado puede empeorarla, aunque no es una causa importante”, señala Gorrotxategi.
¿Qué síntomas produce la cistitis en niños?
Mantenerse alerta ante las señales de alarma es vital para controlar la infección y evitar que empeore.
Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria indican que los principales síntomas en niños mayores son:
- Escozor al orinar
- Ir a hacer pis más a menudo o con más urgencia, pero menos cantidad
- Escapes
- Dolor en la zona baja del abdomen o de la espalda
- Aspecto u olor de la orina raros
En el caso de los niños pequeños, las señales de alerta son:
- Fiebre sin foco aparente
- Vómitos
- Inapetencia
Las infecciones urinarias de vías bajas suelen cursar sin fiebre o con fiebre de bajo grado, por lo que son más leves y sin afectación del estado general.
Por otro lado, las infecciones en las vías altas pueden afectar al riñón, por lo que necesitan un tratamiento más fuerte y suelen cursar con fiebre alta.
¿La playa o la piscina aumenta el riesgo?
La playa y la piscina no inciden directamente en el riesgo de padecer cistitis. No obstante, el médico recuerda que mantenerse con el bañador mojado puede favorecer la aparición de gérmenes.
Por ello, lo más recomendable es cambiarse el bañador después de estar en la piscina o playa.
¿Cómo se diagnostica?
La detección de una infección en el tracto urinario se realiza mediante un cultivo de orina en condiciones estériles.
Este cultivo permitirá detectar el germen responsable y determinar qué antibióticos deben pautarse para el tratamiento.
En general, este tipo de infecciones se tratan con antibióticos, con excepción de las cistitis víricas que son poco frecuentes.
En infecciones bajas, se utiliza la vía oral, mientras que en las altas se suele administrar por vía intravenosa.
¿La cistitis tiene consecuencias a largo plazo?
En la mayor parte de los casos, el pronóstico de la cistitis en niños con el tratamiento es óptimo.
Las infecciones de vías bajas no suelen tener consecuencias a largo plazo, mientras que las de vías altas pueden dejar cicatrices en el riñón. Sin embargo, prescribir un tratamiento precoz puede reducir el riesgo de tener cicatrices.
Pautas para el control de la cistitis en niños
Para prevenir la cistitis en niños, el doctor de la AEPap avisa de que “hay que actuar ante la vía urinaria y la digestiva, ya que ambas están implicadas en la infección”.
El experto indica que para prevenir la cistitis se debe:
- Beber mucha agua.
- No aguantarse las ganas de hacer pis.
- Evitar el estreñimiento.
- En el caso de las niñas, limpiarse de delante hacia atrás después de defecar para que los gérmenes del recto no lleguen a la uretra.
Los niños con malformaciones urinarias congénitas tienen más riesgo de infección. Por ello, el pediatra puede indicar un tratamiento preventivo con un antibiótico diario a dosis bajas.
Aunque existe la creencia de que beber zumo de arándanos podría prevenir la cistitis, se trata de un mito. El doctor matiza que “no hay estudios que lo prueben, sino que la recomendación es beber líquidos”.
“A nivel general, beber zumos y líquidos es positivo, pero no tiene por qué ser zumo de arándanos”, concluye el experto.