Mientras algunos ciudadanos opinan que el gobierno intervino para desarticular y debilitar al movimiento Marcha Verde, otros creen que todo se debió a la dejadez de la población, pero lo cierto es que la prometedora multitud que el 22 de enero del 2017 se reunió para exigir a la Procuraduría General de la República hacer justicia contra los implicados en el caso ODEBRECHT hoy parece más una franquicia vacía.
El caso de corrupción de ODEBRECHT que hizo historia al causar el encarcelamiento de eminentes políticos latinoamericanos y hasta el suicidio del expresidente peruano Alan García, motivó en la República Dominicana el levantamiento de cientos de personas en demanda de justicia. Pero pronto las marchas perdieron novedad y muchos empezaban a preguntarse: ¿después de las marchas qué?
Por su lado, la Procuraduría General de la República apresó a 14 personas por el caso, acusando luego sólo a 7, que consiguieron librarse de la prisión preventiva y hoy siguen el proceso judicial en libertad. Pero Marcha Verde ha insistido todo este tiempo en que deben ser incluidas las demás personas que según ellos faltan en el expediente.
La ciudadana Telma Pérez atribuye el enfriamiento del movimiento al poco resultado que ha visto la población en la justicia contra los implicados en el caso. Por otro lado, Pablo Lamarche, quien asistió a una de las marchas, considera que el Marcha Verde se estancó debido a la apatía de la gente que ha dejado al gobierno hacer lo que quiera. Entiende que si hubiera más conciencia las cosas cambiarían.
Apoyo del PRM, ¿bueno o malo?
Desde el principio, el oficialismo acusó al Partido Revolucionario Moderno de estar detrás de las marchas, pero lo cierto es que las principales figuras de ese partido estaban delante, participando en cada oportunidad y ofreciendo declaraciones a la prensa. Cierto o no que el PRM los financiara, el movimiento de ciudadanos independientes empezó a mostrar un rostro partidista.
El futuro de Marcha Verde
La marcha que exigía el sometimiento a la justicia de los que presuntamente robaron al Estado, incluyendo en su lista al presidente Danilo Medina, no ha superado su rol marchante. Ante las preguntas de si se volvería un partido político o aumentaría la agresividad de sus demandas, ninguno ha pasado.
Mientras tanto, el tiempo pasa desde aquellas delaciones en Brasil que acusaban a funcionarios dominicanos de haber recibido 92 millones de dólares en sobornos, y en la justicia los 7 implicados gritan ser inocentes. Las investigaciones de la periodista Alicia Ortega dieron pistas sobre otros posibles implicados en el caso, pero aún no se ha incluido entre los acusados a nadie más.
A todos los procesados se les acusa de haber recibido sobornos, pero el pedido de Marcha Verde de investigar las sobrevaluaciones y detener los negocios del Estado con esta empresa no ha sido tomado en cuenta.
Marcha Verde hoy se mantiene viva en reuniones periódicas y ruedas de prensa sobre temas nacionales, pero detrás de sus representantes no se siente la fuerza de una multitud actuante.