Sentir dolor es inevitable. Pero el sufrimiento es opcional. Hacer lo mismo, dejarse atrapar por el confort, o ser dependiente de algún hábito, es ir construyendo su propia esclavitud. Las dos causas de quedar atrapados en las mismas circunstancias negativas de la vida son el miedo y el conformismo. El miedo es paralizante, no permite ni deja que las personas fluyan; les invita a hacer lo mismo, a no asumir cambios, no les deja abandonar el confort. Por más sufrible y agonizante que sea la existencia, la persona con miedo decide soportar el dolor, racionalizar su angustia, justificar los resultados, explicarse sus propias decisiones, para luego quedarse en lo mismo. Asumir una vida laboral de pobre desempeño, a veces tóxicas, con pobre reconocimiento, que no permite fluir laboralmente, y lleva hasta institucionalizarse o esclavizarse, por miedo a los cambios, al conformismo, de permitir que otras personas ejecuten por uno, piensen o planifiquen y administren los sueños y las esperanza de su existencia, es el perfil de las personas con el síndrome de la carretilla: se mueven si los mueven, de lo contrario se quedan en el mismo lugar.
Igual pasa con personas que soportan relaciones emocionales y afectivas, tóxicas y disfuncionales, con maltratos, manipulaciones y daños colaterales en todas las direcciones, pero nunca deciden cerrar ciclos, a veces, se quejan y aceptan que viven una existencia sufrible y con anemia emocional, pero prefieren la esclavitud moderna, antes que tener que cerrar un ciclo en su vida. Así pasa en la vida, en la política, religión, academia, gremios y en lo grupal, donde existen personas que no fluyen, que no tienen oportunidad de crecer, oxigenarse ni reinventarse para lograr nuevos propósitos; también, son víctimas del miedo, la inseguridad, el conformismo, la dependencia, la baja autoestima, la inequidad o la falta de auto- determinación a tener que cerrar ciclos en la vida. La posibilidad de una persona en gerenciar su vida, reinventar y adoptar cambios, para construir nuevos propósitos, nuevas metas y obtener nuevos resultados, tiene que ver con la capacidad en desmontar el sistema de creencias que le mantiene secuestrado, que le dice:“solo no puedes” “no podrás conseguir otro trabajo” “las parejas están difícil” “nose puede inventar” “tú tiempo ya paso” “haga lo que haga, siempre es igual” etc. Esas creencias distorsionadas y limitantes son los que impiden a las personas cerrar ciclos, procesos, duelos, dolor, sufrimiento y maltratos.
La clave para aprender a cerrar ciclos es aprendiendo a desmontar el sistema de creencias distorsionadas, por creencias potencializadoras, con sana autoestima, con nuevos empoderamientos y con nuevos enfoques de vida. Lo primero, empiece con cambios pequeños con usted mismo; decida hacer ejercicios, nuevo estilo de vida, nuevos hábitos saludables, nuevas amistades. Lo segundo, asuma el distanciamiento emocional positivo con lugares, personas, hábitos que son tóxicos, dañinos y que no le permiten o le atan de forma dependiente.
La tercera clave, cierre ciclos o procesos, no siga rumiando y haciendo lo mismo con la persona o el trabajo, o la religión o el partido, o el grupo a los que le ha dedicado años, y no le han dado su lugar, no le han reconocido su talento, sus habilidades o destrezas. Tampoco se quede atado a una relación que nunca funcionó, a un daño o trato inmerecido por alguien; pensar en eso, quedarse atrapado y gastar energía buscando los resultados le impide fluir; suelte eso, cierre ese ciclo.
Construya nuevas oportunidades, concéntrese y dedique tiempo y energía a lo que hace bien, le gusta, le da resultado, le apasiona, le nutre y le da fortaleza. Otras claves serían escribir nuevas metas pero con fecha de inicio y fecha de caducidad; nuevos propósitos y nuevos objetivos, revisados semanal, mensual, trimestral y semestralmente para ver resultados. O sea, si piensa mal, tendrás malos comportamientos, y por ende, pobre resultado en todas las áreas de la vida. No existen edades para cerrar ciclos, ni para asumir cambios, lo que sí existe y se queda con uno son los miedos, el conformismo, el dolor, el sufrimiento, la baja autoestima y los pobres resultados de la vida. Muévase, aprenda a cerrar ciclos y a fluir para lograr la felicidad.