FLINT, Michigan, EE.UU. Hillary Clinton y Bernie Sanders se atacaron agresivamente sobre asuntos económicos durante un nuevo debate presidencial demócrata.
Clinton acusó a su rival de dar la espalda a la industria automotriz y Sanders respondió que los amigos de Clinton en Wall Street “han destruido esta economía”. El debate de la noche del domingo mostró un cambio de tono notable entre los dos demócratas. Mostró a un Sanders con cada vez más problemas para detener el avance de quien encabeza las preferencias de su partido.
Ambos candidatos se interrumpieron frecuentemente uno al otro y se lanzaron acusaciones de tergiversar sus historiales. “Para variar, hablemos de hechos y no solo palabras”, dijo Clinton a Sanders. “Déjeme contar mi historia, usted cuente la suya”, respondió Sanders. “Su historia es la de votar por cada enmienda comercial desastrosa y votar por un país corporativo”.
En más de una ocasión, Sanders respondió a las interrupciones de Clinton al decirle: “Discúlpeme, estoy hablando” o “Déjeme terminar, por favor”. Sus desacuerdos fueron evidentes, pero lejos del panorama en el debate republicano en Detroit hace tres días, un enfrentamiento entre cuatro protagonistas definido por crecientes ataques personales, insultos e incluso referencias sexuales. En comparación, el debate demócrata fue un enfrentamiento más civilizado.
Clinton dijo que aunque tiene diferencias políticas con Sanders “comparen la sustancia de este debate con lo que se vivió la semana pasada en el escenario republicano”. Sanders también opinó al respecto.
“En caso de ser electos, vamos a invertir mucho en salud mental y cuando uno ve los debates republicanos, se da cuenta de por qué”. Ambos rieron tras ese comentario. Cada uno de ellos mostró sus credenciales como el mejor candidato para vencer al favorito en las primarias republicanas, Donald Trump, en una eventual elección general en noviembre.