Quizás en la época precolombina tuvimos independencia forzada por el aislamiento, pero después España, Inglaterra, Francia y modernamente Estados Unidos de América, han tenido control directo e indirecto de la política y la economía nuestra y nos han mantenido como semiesclavos proveedores de oro, azúcar, cacao, café y otros productos agrícolas o de minería, dándonos a cambio, pobreza, ignorancia, dictaduras y corrupción por muchos años.
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Al habitar una isla, hemos estado subordinados a “lo que lleven o traigan los barcos”, aunque modernamente también, en menor proporción, a lo que lleven o traigan los aviones y dependemos de los dueños de esas naves. Decidí explorar las posibilidades de alcanzar una verdadera soberanía convirtiéndonos en país productor de petróleo. Algunos datos científicos descartan que una isla o su economía puedan asumir la exploración y explotación de petróleo. Sin embargo el “gas natural” que, cuando se obtiene a partir de basura, se llama “biogás” parece ser una luz al final del laberinto porque aquí nos sobra la materia prima.
Estoy repitiendo lo escrito aquí mismo hace doce años.